Desde Villa Gesell

Las autoridades, los comerciantes, los que vienen siempre a estas playas coinciden en el pronóstico: “Esta va a ser una de las mejores temporadas de la historia”. Aunque la frase pueda parecer un exceso de optimismo, la jornada del lunes, con calor y playas llenas, y la de ayer, con lluvia y comercios colmados de gente, al igual que una remodelada avenida 3 que fue peatonal todo el día, quieren confirmar lo que se anuncia. Aunque la villa se abrió mucho hacia el sur, hasta tres y 140 o más, con buenos lugares para comer y alguna actividad nocturna, el centro sigue siendo una locura de seis o siete cuadras, con espectáculos callejeros y miles de jóvenes que corren de un lado a otro, como potros desbocados. Esos jóvenes preocupan –tal vez en demasía– a las autoridades políticas y policiales, al punto de que los ediles del Acuerdo Cívico y Social reclamaron que se apliquen a rajatabla dos puntos de las normas que regulan la nocturnidad en Gesell: la ordenanza conocida como “sin alcohol es mejor”, que apunta a retacear la venta de bebidas fuertes en boliches y kioscos, y las normas de seguridad para prevenir incendios en lugares cerrados. A los temas más serios se han sumado otros más frívolos, como la elección de la Reina del Verano, y hasta escatológicos, como la discusión sobre qué hacer con la caca de los animales que van a la playa junto con sus dueños.

Los ediles del Acuerdo Cívico y Social sostuvieron en la última sesión del Concejo Deliberante local que “cada temporada nos pone enfrente a la realidad de la juventud y las dificultades que atraviesa ante la falta de políticas activas por parte del Estado en materia de prevención”. Aseguraron que el programa que previene sobre la venta indiscriminada de alcohol, sobre todo en los lugares bailables, “nunca se aplicó desde su sanción en septiembre de 2008”. En materia de medidas contra posibles incendios y con el fantasma de Cromañón como estigma, los ediles opositores aseguraron que “existe un local céntrico que ha realizado cerramientos con ‘media sombra’, material que no respeta las medidas de seguridad necesarias”.

Como respuesta a tanta preocupación, el intendente peronista Jorge Rodríguez Erneta mantuvo una reunión con los funcionarios de las áreas vinculadas con la seguridad, desde las comisarías primera y segunda de la ciudad hasta el destacamento de Mar Azul.

Ayer, para avivar el fuego de los pedidos de mayor “seguridad”, se produjo el hallazgo de medio kilo de cocaína, fraccionada en dosis para su consumo inmediato, en poder de un hombre que fue detenido a poco de descender de un micro que llegaba desde la ciudad de Buenos Aires.

Según los datos que dio a conocer ayer el secretario de Turismo bonaerense, Ignacio Crotto, ya se habla, en toda la costa, de un 25 por ciento más de turistas –promedio– respecto del año anterior. En Gesell, según los datos oficiales, la capacidad hotelera está cubierta, para la segunda quincena de enero, en un 95 por ciento, incluso por encima de los datos de la primera quincena. Sin embargo, voceros de distintos hoteles céntricos aclararon a este diario que ese porcentaje sólo es alcanzado durante los fines de semana.

El intendente Rodríguez Erneta aseguró que la tendencia positiva se mantiene desde el 28 de diciembre pasado. “Tuvimos el 80 por ciento de ocupación en la primera quincena, y en la segunda vamos a estar por encima de esas cifras”, señaló. Se dijo que más de 300 mil personas llegaron a Gesell desde el inicio del año hasta el fin de semana anterior.

Para ponerle un toque de glamour a tanto pedido de seguridad, este sábado se realizará la Primera Fiesta del Verano–Moda Show de Villa Gesell. En la madrugada del domingo se va a saber el nombre de la Reina del Verano, competencia abierta entre jóvenes de entre 16 a 30 años, locales o visitantes.

Como nada es perfecto, otra de las polémicas del verano es por la presencia de perros, junto a sus dueños, en las playas y dándose chapuzones en el mar. La comuna y Ecoplata, la empresa que realiza la limpieza de la ciudad, han repartido un coqueto kit diseñado para levantar y darle un destino menos público, como es la playa, a la caca de los canes. Otra queja reincidente del verano es la falta de agua potable. A más personas, menos agua para repartir. Por eso, el municipio promete abrir diez nuevos pozos para aportar seis millones de litros de agua diarios que alcanzarían para superar el problema.