SOCIEDAD
Belgrano quedó de nuevo bajo agua por una tormenta de media hora
No hubo alerta meteorológico, pero cayeron 30 milímetros. La sensación térmica era de 35 grados. Por la inundación, hubo autos a la deriva y comercios inundados. Pánico en un jardín.
Por Mariana Carbajal
La lluvia llegó ayer por la tarde sin aviso, cayó como una cortina durante más de media hora y provocó una vez más inundaciones en varios barrios de la ciudad de Buenos Aires. El más castigado fue Belgrano: puntualmente en Blanco Encalada, entre Cabildo y Ciudad de la Paz, el agua subió más de 70 centímetros e inundó decenas de locales y viviendas. Varios autos quedaron navegando a la deriva. El pánico cundió en un jardín de infantes, donde una veintena de chicos debieron refugiarse en un primer piso. Y volvieron a escucharse las quejas de comerciantes y vecinos por el retraso en las obras para solucionar definitivamente los anegamientos en la zona. En diálogo con Página/12, el secretario de Obras Públicas, Abel Fatala, explicó que las demoras, de más de un año, se deben a la decisión de desviar esos fondos hacia planes alimentarios.
El Servicio Meteorológico Nacional no había dado ningún “alerta”, aunque anunciaba “probabilidad de chaparrones aislados”. La tormenta de lluvia y viento comenzó poco después de las 16.15, cuando se registraba una sensación térmica de 35 grados. Según informó el director de Operaciones de Defensa Civil, en una hora cayeron 30 milímetros, aunque esa medición corresponde a Villa Ortúzar, por lo que se descuenta que fue superada en Belgrano, donde el chaparrón fue aún más fuerte. “La situación se complicó porque había muchos sumideros tapados y en los arroyos entubados (Maldonado, Vega y White) venía agua acumulada de la provincia donde también llovió, lo que dificultó el escurrimiento”, explicó a Página/12 Lía María, subsecretaria de Logística y Emergencias del gobierno de la Ciudad, mientras recorría las zonas anegadas.
Belgrano fue el barrio más afectado, pero también hubo inundaciones en diversas esquinas de Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Palermo Viejo y Villa Crespo, donde el agua alcanzó un promedio de 30 centímetros.
El epicentro de la inundación en Belgrano estuvo en Blanco Encalada entre Cabildo y Ciudad de la Paz, cuadra acostumbrada a las crecidas cada vez que hay un chaparrón copioso. El agua superó los 70 centímetros, según informó Fatala, mientras que en Melián y Olazábal y en Blanco Encalada entre Freire y Cabildo alcanzó el medio metro. Las calles se convirtieron en verdaderos ríos y varios autos quedaron flotando a la deriva y debieron ser socorridos luego con grúas de Defensa Civil. La inundación causó pánico en el jardín de infantes La Luna y el Sol, en Blanco Encalada al 2600, desde donde llamaron a Defensa Civil para pedir que los chicos fueran evacuados en botes. Finalmente, se acordó que se refugiaran en el primer piso y fueran retirados por sus padres cuando bajara el agua. La crecida duró unos veinte minutos y después comenzó a bajar. Pero hizo estragos. Inundó viviendas y locales, y tomó por sorpresa a los flamantes comerciantes que pululan por la zona. Un joyero que hace un mes y medio abrió su negocio en Blanco Encalada al 2400 se lamentaba por el desastre que había causado el agua en su local: la crecida le dejó la marca de barro y suciedad en las paredes recién pintadas y le arruinó muebles recién estrenados.
“Hasta que no se terminen las obras vamos a tener este problema. Llueve y de vuelta tenemos el agua en los comercios. Esto nos termina de hundir”, se quejaba otro comerciante inundado. Se refería a las obras prometidas dos años atrás por el gobierno porteño cuando, con otra tormenta torrencial, Belgrano se convirtió en lago y los vendedores sufrieron enormes daños económicos por la pérdida de mercadería y sus negocios averiados.
Consultado por este diario, el secretario de Obras Públicas reconoció que, según el cronograma original, por estos días ya tendría que estar terminado “un canal aliviador del arroyo Vega hasta la calle Moldes” y “por lo menos la ejecución del 50 por ciento de las obras de los 12 reservorios” prometidos para solucionar el problema de las inundaciones en ese barrio porteño. “Tuvimos escasez de recursos porque tuvimos que derivar los fondos para administrar planes sociales, fundamentalmenteprogramas alimentarios. El canal recién estará terminado hacia fin de año y con relación a los reservorios tuvimos que hacer una reingeniería del proyecto porque la tecnología prevista era importada y por la devaluación se encareció considerablemente. Estamos terminado el nuevo proyecto y las obras todavía no se empezaron”, informó Fatala.
Según informó el SMN, la tormenta fue causada por la presencia de “una masa de aire cálida, húmeda e inestable que cubrió el centro y norte del país y formó unas nubes llamadas celdas convectivas en el oeste de la ciudad de Buenos Aires que se desplazaron hacia el este”. Atención: una situación semejante, adelantó el organismo, podría repetirse hoy por la tarde.