SOCIEDAD › IBARRA DECRETO UN ALERTA SANITARIO EN LA CIUDAD
Evitando a los laboratorios
El Gobierno porteño comprará insumos y medicamentos en forma directa del exterior. Aquí se fabricará o fraccionarán remedios genéricos. Busca paliar así la falta de stock en los hospitales.
Por Eduardo Videla
La falta de insumos esenciales para el funcionamiento de los hospitales ya está acorralando al sistema sanitario porteño. Por eso, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, promulgó ayer el decreto que faculta a la Secretaría de Salud a comprar directamente a proveedores del exterior. La medida también habilita a la cartera a gestionar la fabricación o fraccionamiento de medicamentos genéricos. “Estamos explorando la posibilidad de producir algunos medicamentos en conjunto con la provincia de Buenos Aires, con las Fuerzas Armadas o algún laboratorio del Conicet”, dijo a Página/12 el secretario de Salud, Alfredo Stern.
El sistema sanitario porteño está en situación “potencialmente crítica”, el segundo nivel de alarma, en una escala de cuatro, según definió la Secretaría. Esto quiere decir –como adelantó este diario hace una semana-, que los hospitales porteños “tienen insumos para quince días o un mes”, según aseguró Stern.
El punto más crítico en materia de abastecimiento está en los materiales descartables para cirugía: desde guantes y bisturíes hasta catéteres de distinto calibre, son todos artículos importados. “No es que no haya en el país sino que los proveedores no entregan porque no hay precios, o directamente son valores imposibles de pagar”, dijo el secretario de Salud. A eso se agrega un problema de financiamiento, “debido a la retracción en el pago de impuestos por parte de los contribuyentes”. Pese a eso, aseguró el funcionario, en lo hospitales porteños “aún no se han suspendido cirugías programadas, más allá de lo habitual”.
El problema se agravó, además, por el aumento de la demanda de atención en los hospitales públicos de la ciudad, por parte de pacientes que provienen del Gran Buenos Aires, afiliados al PAMI y a otras obras sociales que perdieron su cobertura médica.
Ante la emergencia, la secretaría dispuso un sistema de clearing interhospitalario, por el cual los hospitales públicos comparten los insumos existentes. También cambió el sistema de compras: antes las hacía cada hospital, ahora se realizan en forma unificada. “Y se establecieron una serie de normas para hacer uso de los insumos, de manera que no se indiquen estudios de más, como suele ocurrir en los hospitales”, agregó Stern.
Las medidas, sin embargo, no fueron suficientes y, frente a ese cuadro, funcionarios de la cartera iniciaron una ronda de consultas de precios a proveedores del exterior. En cuanto a los medicamentos “la idea no es importar en lo inmediato sino ir trabajando vías alternativas, como extender la producción de medicamentos”.
La ciudad ya produce medicamentos en talleres protegidos dependientes de la Secretaría de Salud: a partir de la droga base, combinada con los excipientes, se elaboran píldoras de medicamentos psiquiátricos (antiepilépticos, diazepinas, entre otros) y para el tratamiento de la tuberculosis. Envasadas en blisters, son “distribuidas en hospitales porteños y vendidas a algunas provincias a precios muy competitivos”. También se producen medicamentos en el ámbito de la provincia de Buenos Aires (antibióticos y analgésicos) y en laboratorios de las Fuerzas Armadas.
“Esta semana me voy a reunir con el ministro de Salud de la provincia (Ismael Passaglia), para desarrollar un proyecto conjunto”, adelantó el secretario de Salud porteño.
Para hacer frente a la situación, la secretaría convocó a la Asociación de Médicos Municipales, el sindicato de empleados de la ciudad, las asociaciones de profesionales y la Comisión de Salud de la Legislatura, “con el objetivo de hacer un seguimiento diario y cuidadoso de la situación”.