El procurador general de la Nación, Esteban Righi, pidió la confirmación de las condenas a cinco policías federales que hace nueve años torturaron y obligaron a tirarse al Riachuelo a Ezequiel Demonty, que murió ahogado. Ri-ghi pidió el rechazo de los recursos de los policías Gastón Javier Somohano, Alfredo Ricardo Fornasari, Gabriel Alejandro Barrionuevo, Luis Emilio Funes y Luis Antonio Gutiérrez, que apelaron la condena por el crimen del joven, ante la Corte Suprema de Justicia.

El máximo tribunal deberá resolver si deja firmes las condenas dictadas por el Tribunal Oral en lo Criminal 8, por las torturas que sufrieron Demonty y dos amigos el 14 septiembre de 2002. Los policías, que se desempeñaban en la comisaría 34ª con jurisdicción en los barrios porteños de Pompeya y Parque Chacabuco, fueron identificados por los amigos del muchacho que lograron sobrevivir en las aguas del Riachuelo. En cambio, Demonty no sabía nadar y murió ahogado. Su cuerpo recién se encontró una semana después del crimen.

El ex oficial Somohano fue condenado a reclusión perpetua, Fornasari y Barrionuevo a prisión perpetua, acusados de los delitos de tortura seguida de muerte. Por su parte, Funes y Gutiérrez fueron condenados a cinco años de prisión e inhabilitación especial perpetua para cargos públicos y para tener y portar armas, por omisión de evitar torturas con privación abusiva de la libertad.