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La entrega de las distinciones a los investigadores científicos más destacados de 2010 contó con la presencia de la presidenta Cristina Kirchner; con el ministro de Ciencia, Lino Barañao; el presidente del Instituto Leloir, Armando Parodi; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el senador Daniel Filmus. Todos ellos, previamente, habían recorrido y la Presidenta inaugurado, el edificio anexo del Instituto Leloir, Parque Centenario II, en la Ciudad de Buenos Aires.

Y después la entrega de los premios: el gran héroe de la jornada fue, sin duda, Alberto Kornblihtt, que no sólo recibió la Distinción al Investigador de la Nación Argentina 2010, sino que también protagonizó un curioso suceso: la Presidenta, después de decir en su discurso que “no había entendido su descubrimiento” y anunciar que le iba a pedir que se lo explicara, se acercó efectivamente después a Kornblihtt para que ejerciera sus dotes de divulgador científico. Hubo más: Cristina Kirchner le entregó una camiseta de la Selección con la leyenda “Kornblihtt”, un bienvenido y feliz desacartonamiento de este tipo de actos académicos, pero también una cierta veta que sitúa a la ciencia en el terreno del “gran espectáculo”.

En el Instituto Leloir tuvo lugar ayer también la primera edición de los premios Rebeca Gerscham, en homenaje a la fisióloga y bióloga argentina que se doctoró allí.

Al mismo tiempo, se entregaron los premios Houssay, en dos categorías: el primero para investigadores menores de 45 años (cuyos ganadores fueron Pablo Minini en Física, Matemática y Ciencias de la Computación; José Luis Daniotti en Química, Bioquímica y Biología Molecular; en Ciencias Médicas, Gabriel Rabinovich; en Ciencias Sociales, Alejandro Blanco) y el Premio Houssay Trayectoria, para mayores de 45 años: lo recibieron Ernesto de la Cruz en Física, Matemática y Ciencias de la Computación; Alberto Kornblihtt en Química, Bioquímica y Biología Molecular; María Marta de Elizalde de Bracco en Ciencias Médicas y Juan Carlos Torre en Ciencias Sociales.

Por los Premios Rebeca Gerschman: en Física, Matemática y Ciencias de la Computación, Esther Hernández; Norma Sbarbati de Nudelman en Química, Bioquímica y Biología Molecular; en Ciencias Médicas Eugenia Sacerdote de Lustig (recibió el premio su nieta) y en Ciencias Sociales Elena Chiozza.