Algunas lluvias y el descenso de la temperatura aliviaron la crítica situación en el combate contra el incendio forestal en el extremo noroeste de Chubut, donde en todo el fin de semana cenizas volcánicas en suspensión impidieron la operación de aviones hidrantes. Al mismo tiempo, el gobernador de esa provincia, Martín Buzzi, arribó por tierra poco después del mediodía a la localidad de El Hoyo, donde anunció que su gobierno “tomará parte como querellante en el acto procesal que se está llevando a cabo después de que la policía provincial confirme la intencionalidad del hecho”.

“El fenómeno climático de las cenizas nuevamente nos impidió el uso de tres aviones hidrantes y un helicóptero para combatir el fuego”, dijo desde El Hoyo Evaristo Melo, director general de Defensa Civil de Chubut. Lo mismo había ocurrido el sábado. El domingo, las aeronaves sólo pudieron volar entre las 7 y las 8.30. “De todos modos, por tierra tenemos 200 brigadistas combatiendo el fuego”, dijo Melo. El funcionario aseguró que “las llamas no amenazan El Hoyo, a pesar de que se encuentran a unos cinco kilómetros del casco urbano”. Por los incendios “hay 54 personas evacuadas, que se encuentran perfectamente atendidas en la localidad de El Hoyo –sostuvo por otro lado Melo–. Por ahora el peligro acecha sólo a la población dispersa en el bosque”.

Una lluvia intermitente caía en la zona cuando llegó Buzzi junto con el vicegobernador César Mac Karthy. Sin embargo, el frente frío que la trajo también aumentó la intensidad del viento, circunstancia que jugó en contra para los bomberos.

Buzzi, por su parte, admitió que el domingo “la lluvia ha traído alivio a la situación”, pero aseguró que estas precipitaciones “no apagan el fuego” sino que esto lo hará “el trabajo del conjunto de los brigadistas en las próximas semanas”.