Martes, 24 de abril de 2012 | Hoy
SOCIEDAD › ENCONTRARON SU CUERPO EN UN POZO, EN UNA FáBRICA, Y DETUVIERON AL SOSPECHOSO
Apareció una joven asesinada, con golpes y una bolsa de nylon en la cabeza, en una fábrica de cerámicas del partido de Morón. Los investigadores creen que se defendió de un ataque sexual cometido por un compañero de trabajo. El cuerpo de la mujer fue hallado en el fondo de un pozo con agua de un metro de profundidad que es utilizado para la decantación de arcilla para la fabricación de cerámicos. El sospechoso fue detenido en un micro, cuando intentaba huir a Paraguay.
La víctima fue identificada como Marisa Sotelo, de 25 años. Según informaron fuentes judiciales, la autopsia reveló que la muerte se produjo por asfixia y que presentaba lesiones traumáticas en el cráneo y la cara. Sin embargo, los forenses no hallaron de manera macroscópica signos de abuso sexual, aunque aguardan los resultados del análisis de los hisopados realizados en el cuerpo.
El homicidio de Sotelo fue descubierto el domingo, en una fábrica de cerámicos ubicada en Bunge y Enrique Fermi, de la localidad de El Palomar, donde trabajaba la joven. Según el jefe distrital de Morón, comisario Fabio Perrone, se determinó que la chica había llegado ese mismo día a las ocho a su lugar de trabajo, donde se encontraba un compañero suyo, identificado como Ever González (20), de nacionalidad paraguaya.
“Eran las únicas dos personas que estaban en la fábrica, habían ingresado a hacer horas extras y se iban a quedar hasta las doce del mediodía”, explicó el oficial. Pasado el mediodía, al advertir que su hija no había regresado a su casa, la madre de Sotelo fue a buscarla a la fábrica. “La mujer contó que escuchaba música alta adentro, pero nadie le contestaba. Por eso volvió a su casa a buscar a otro de sus hijos y ambos regresaron a la fábrica. Cuando lograron entrar, encontraron todo revuelto y llamaron a la policía”, relató un vecino.
Luego, efectivos de la comisaría de El Palomar hallaron el cadáver de Sotelo en el fondo de un pozo con agua. Tenía colocado un pañuelo tipo turbante, con el que los empleados de la fábrica se tapan la boca y la nariz para no aspirar el polvillo, y sobre ello “una bolsa de nylon alrededor de la cabeza, ajustada con una cuerda”, precisó Perrone.
Los voceros judiciales precisaron a la agencia Télam que en una inspección del cadáver en la escena del crimen, los forenses determinaron que la víctima presentaba dos fuertes golpes en la región occipital del cráneo y otro en la región malar izquierda, debajo del ojo. Según la primera estimación de la data de muerte, Sotelo habría sido asesinada alrededor de las 9, lo que coincide con lo indicado por un vecino que dijo haber escuchado a esa hora un grito proveniente de la fábrica.
Las mismas fuentes judiciales indicaron que si bien se investiga el ataque sexual como móvil del crimen, se cree que no se consumó el abuso por la resistencia de la joven, que fue hallada vestida. “Tenía rasgada una de las mangas de la remera, lo que puede significar que la chica luchó y se resistió”, dijo un investigador judicial.
A partir de los elementos surgidos de la autopsia, la principal hipótesis apunta a que Sotelo fue golpeada y cuando se encontraba inconsciente le colocaron la bolsa de nylon en la cabeza y la arrojaron al pozo, donde finalmente murió por sofocación.
Las sospechas sobre el compañero de trabajo de la víctima surgieron a partir de los datos aportados por un remisero que declaró que él había llevado ayer a un empleado de la fábrica a la terminal de micros de Retiro y que esa persona tenía rasguños en la cara.
“El micro al que había subido iba a hacer una escala en Concordia, entre Ríos, a las 21.30. Con la orden del fiscal (Marcelo Tavolaro), se solicitó la colaboración de la policía de local y se logró la detención de Ever González”, dijo Perrone. El sospechoso presentaba rasguños en el rostro, brazos y manos.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.