SOCIEDAD › EXTRAÑO ASALTO EN LA SECRETARIA DE SALUD
Robo para tapar la corrupción
Un extraño episodio se produjo el fin de semana en el edificio de 13 pisos, ubicado frente al Obelisco, que ocupa la Secretaría de Salud del gobierno porteño. Luego de amordazar al único sereno y de romper cinco puertas de otras tantas oficinas, dos hombres, que estaban armados, apenas se llevaron “una notebook y un proyector” cuando tenían a su disposición “cerca de cien computadoras, televisores y un equipo de música”, informó a Página/12 el titular de la Secretaría, Alfredo Stern. Aunque “sólo como suposición”, el funcionario interpretó que “tal vez no fue un robo de valores” sino que buscaban “expedientes clave relacionados con una investigación por corrupción que podría determinar el despido de 40 empleados” involucrados en una causa judicial que está próxima a llegar a la etapa de las definiciones.
Los ladrones entraron el sábado, cinco minutos antes de las 15, por la puerta de Carlos Pellegrini 313. Uno de los ladrones se hizo pasar por técnico y mostrando una credencial falsa dijo que venía a reparar uno de los ascensores. Una vez que sobrepasaron la resistencia del único portero, Juan Domingo Vivas, a quien amenazaron con un arma, los dos hombres quedaron al mando de la situación.
Vivas fue amordazado, atado de pies y manos y amarrado a un caño del baño de la planta baja del edificio. Los ladrones recorrieron todos los pisos y trataron de vulnerar la caja fuerte más importante. Encontraron la llave para abrirla, pero no tenían la clave de seguridad. “Igual podían haberse llevado el dinero que había en otras cajas chicas, pero no lo hicieron”, informó Stern. Incluso lograron entrar al despacho del secretario de Salud, pero sólo se llevaron una computadora portátil que no tenía información importante y un proyector.
Los desconocidos tuvieron seis horas para moverse con facilidad dentro del edificio. El sereno pudo cortar la soga que lo mantenía confinado en el baño y salió del edificio cuando los extraños ladrones ya se habían ido. Vivas llegó maniatado hasta una pizzería vecina, donde le soltaron las manos y pudo hacer la denuncia, que recién se conoció ayer.
La hipótesis sobre el intento de robar los expedientes se basa en que antes hubo otros casos similares en los que rompieron computadoras para sacar el disco rígido. Desde el sábado hay vigilancia policial en el edificio. Stern eludió dar precisiones sobre la causa judicial que involucra a 40 empleados que siguen en funciones y a un ex director de Liquidación de Haberes que se encuentra prófugo. La maniobra investigada se hacía sobre los sueldos de los 400 empleados de la secretaría. En los recibos figuraba que se pagaba el monto total, cuando había un descuento cuyo monto era derivado a los miembros de la organización.