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“Respiramos aliviados porque se pudo esquivar esa opción tan horrible. Estamos contentos”, describe el colaborador de Roberto Lavagna y su tono de voz sintoniza con sus palabras. Para el ministro hubiera sido un golpe duro a su carrera política que el electorado pusiera en el ballottage a Carlos Menem acompañado por Ricardo López Murphy. Ambos expresan lo opuesto a lo que Lavagna construyó el último año. Esa era la “opción tan horrible” que intranquilizaba al equipo económico. El domingo a la noche, varios de sus integrantes se encontraron con Lavagna para “puntear los temas más importantes de la próxima gestión”. Entre ellos existe la expectativa de que la relación con Néstor Kirchner será más fluida. “Es un tipo que tiene las ideas más claras que Duhalde”, confiesa el funcionario a Página/12.
La presión del actual Presidente al Congreso para que aprobara la entrega de un bono compulsivo a los ahorristas y el ofrecimiento del Ministerio de Economía a Guillermo Calvo, ambos hechos ocurridos antes de que Lavagna fuera elegido como sucesor de Jorge Remes Lenicov, son algunos ejemplos que dan en el Palacio de Hacienda para dudar de las convicciones o la fortaleza política de Duhalde. Por el contrario, remarcan que Kirchner está convencido de cuál es el rumbo y no repetirá los zigzagueos del actual jefe de Estado. “No nos va a complicar con designaciones de tipos como Mario Blejer o Aldo Pignanelli, que jugaban para los bancos”, arriesga el informante de Economía.
La amplia victoria de Menem en Córdoba, por otra parte, favoreció a Lavagna. De ese distrito es José María Las Heras, ex ministro de Hacienda de José Manuel de la Sota, quien no traccionó votos para el santacruceño. Lavagna no quiere incorporarlo a su equipo, pero se vio forzado a interactuar con él por pedido de Kirchner. “Vamos a desechar los estímulos por el lado de la oferta porque es evidente que fracasaron”, define el colaborador de Lavagna. Las Heras ascendió a la escena nacional por la rebaja de impuestos en Córdoba. “Cada vez que se bajaron impuestos, como los aportes patronales, se desfinanció al Estado y el mercado absorbió esos ingresos sin que hubiera aumentos de salarios”, completa.
Mientras Las Heras parece haber caído en desgracia, Julio De Vido creció en la consideración de Lavagna. De Vido es ministro de Gobierno de Kirchner en Santa Cruz. “Tenemos fuertes coincidencias”, señala el hombre de Hacienda y anticipa que De Vido ocupará un lugar importante en el próximo equipo económico.
Lavagna evalúa que hizo un aporte importante. “En un año estabilizamos al país y pusimos un piso firme para que se pudiera avanzar hasta este punto”, enfatiza el funcionario. Pero no quiere recibir reproches y afirma que “el papel de Lavagna hasta el ballottage será el que le asigne el candidato. No queremos que se diga que Kirchner es el chirolita de Lavagna”.
Con respecto a las próximas medidas, en la reunión de anteanoche se hizo hincapié en la promoción de la obra pública, por un pedido directo del actual gobernador de Santa Cruz. “Las AFJP tendrán que invertir a largo plazo en construcción”, ejemplifica. Otra cuestión central será la renegociación de la deuda. “Se ofrecerá un menú de opciones a los acreedores, con quitas de capital, rebaja de intereses y alargamiento de plazos”, describe. Y en cuanto a la negociación con el FMI, anticipa: “será muy dura, van a exigir un superávit fiscal primario de 4 puntos del PBI como mínimo. Negociaremos que siga siendo el 2,5 por ciento”. En cuanto a la renegociación con las privatizadas, “encararemos con otra decisión”, promete, confiando que el triunfo está asegurado.