El 18 por ciento de la población toma medicamentos de venta libre todos los días, según una encuesta de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA): “Son consumidores crónicos de medicamentos, para patologías que no están diagnosticadas como crónicas, y esto es peligroso”, según el presidente de la COFA. Los principales recomendadores de medicamentos de venta libre serían “los familiares”, antes que los profesionales del sistema de salud. La COFA acusó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de ser el único que “no cumple la ley nacional que obliga a vender medicamentos sólo en las farmacias”. La encuesta se presentó ayer en la Legislatura porteña, donde Jorge Selser, titular de la Comisión de Salud, criticó “la propaganda de las compañías farmacéuticas para generar la necesidad de consumir medicamentos”.

La encuesta se efectuó entre el 2 y el 3 de abril en los barrios porteños de plaza Italia, Ciudad Universitaria, Retiro, Once, Abasto, Belgrano y Núñez. Respondieron 489 mujeres y 468 hombres, de distintas edades y niveles educativos. El 82 por ciento manifestó tomar medicamentos de venta libre. El 54 por ciento había tomado este tipo de medicamentos en el último mes. El 18 por ciento los había tomado con frecuencia diaria; el 15 por ciento, con frecuencia semanal; y el 67 por ciento “esporádicamente”.

Ricardo Aizcorbe, presidente de la COFA, afirmó que “es una calamidad que el 18 por ciento de la población tome diariamente medicamentos de venta libre, convertidos así en consumidores crónicos. Distinto es, supongamos, el caso de un hipertenso que cotidianamente toma medicación recetada para mantener su presión estabilizada. Pero tomar analgésicos, antiácidos o antifebriles es gravísimo. Porque puede conducir a tratar los síntomas que esconden una patología subyacente importante”.

El 74 de los encuestados compran los medicamentos en farmacias; el 20 por ciento en kioscos, el 5 por ciento en supermercados y un 2 por ciento en “otros lugares”.

El 48 por ciento de los encuestados tomó medicamentos por recomendación en el último mes. Quienes los recomendaron fueron: en el 44 por ciento de los casos, “un familiar”; sólo después, en el 37 por ciento de los casos, quien recomendó el fármaco es “un profesional de la salud”; en el 6 por ciento de los casos, la recomendación fue a través de medios de comunicación. Recíprocamente, el 50 por ciento de los encuestados recomienda a su vez medicamentos.

Según la encuesta, el 35 por ciento de la población “no conoce el riesgo de un medicamento vencido”; el 55 por ciento “no conoce el riesgo de las interacciones entre medicamentos”; el 35 por ciento “ignora el riesgo de toxicidad o ineficacia de los medicamentos vencidos”. “Por ejemplo –según Aizcorbe–, la tetraciclina se vuelve tóxica y puede producir septicemia; en la aspirina, el ácido acetilsalicílico, sobre todo si el medicamento llegó a estar al sol, se transforma en ácido salicílico, que es tóxico.” El 64 por ciento dice consultar al farmacéutico al adquirir medicamentos.

El 54 por ciento “lleva medicamentos en la cartera, maletín o bolsillos”, lo cual “facilita la medicación irresponsable”, según Aizcorbe, quien destacó que “el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es el único que no cumple la ley nacional que obliga a vender medicamentos sólo en farmacias y, en éstas, detrás del mostrador”.

La encuesta de la COFA fue presentada ayer en la Legislatura porteña, en la jornada “La sociedad y el uso responsable de los medicamentos”. Jorge Selser, titular de la Comisión de Salud de la Legislatura, deploró “los métodos propagandísticos que utilizan las compañías farmacéuticas para generar en las personas la necesidad de consumir medicamentos de venta libre, que se comercializan sin la correspondiente información sobre efectos colaterales y contraindicaciones”.