Un adolescente de 17 años, alumno de una escuela de City Bell, partido de La Plata, sufrió una fractura de cráneo al caer una viga del techo de un aula en ese establecimiento. Al cierre de esta edición no se habían determinado cuáles fueron los hechos que provocaron la caída de la viga y que determinaron que el chico sea internado en el hospital San Roque, de la localidad vecina de Gonnet. Personal de Infraestructura del Ministerio de Educación bonaerense comenzó a analizar ayer las condiciones edilicias de la institución.

Quien sufrió las lesiones es Emanuel Avila, de 17 años, en el Instituto Speroni, ubicado en calle 465 y Camino General Belgrano. Respecto de lo que habría sucedido hay dos versiones. La primera es que, a eso de las 10, la viga se desprendió del techo en forma accidental, en el horario en el que los chicos se encontraban en recreo.

El segundo relato indica que Avila se habría colgado de la viga –ubicada a dos metros de altura– y, al no resistir su peso, cayó, causándole la fractura del parietal izquierdo, heridas cortantes en la cabeza y la cara, además de un traumatismo en el hombro izquierdo.

El estudiante fue trasladado al hospital San Roque. El parte médico dado a conocer por el Ministerio de Salud bonaerense informó que “el paciente ingresó con pérdida del conocimiento y traumatismo de cráneo”. Por eso, se le realizó una tomografía del cerebro y la columna vertebral que “constató la fractura del hueso temporal del lado izquierdo”. En horas de la tarde los médicos analizaban la “necesidad de una intervención quirúrgica, si así lo determinara su evolución”, indicaron.

Sin embargo, el director del hospital, Daniel Angeleri, explicó que “aún no se puede determinar si el golpe provocó algún otro daño al estudiante”, que permanecerá internado con pronóstico reservado.

“Por el momento, lo que podemos decir es que las autoridades actuaron como debían, respetando el procedimiento que deben seguir ante cualquier accidente en una escuela”, aseguró el asesor de la Jefatura de Inspección Regional 1, Nelson Herrera, a Página/12.

En efecto, los directivos presentaron al Consejo Escolar distrital el legajo con la información sobre el horario del hecho y los responsables de la institución en ese momento y le ofrecieron el seguro escolar a la familia. También, los docentes acompañaron al adolescente al lugar de internación.

“Evaluamos las condiciones pedagógicas y acompañamos a la familia”, expresó Herrera. Al recibir la novedad, la Dirección de Infraestructura Escolar (DPI) dispuso una auditoría sobre las condiciones del edificio. Al mismo tiempo, efectivos policiales también recababan información y realizaban pericias para descubrir cómo y por qué se desprendió la viga. “No tenemos ningún elemento para decir que hubo negligencia de parte de la escuela. Los chicos no estaban solos e inmediatamente se los asistió”, concluyó el funcionario.