Casi las tres cuartas partes de los bebés prematuros nacidos en Argentina sobrevive, pero cerca de la mitad de ellos sufrirá algún tipo de secuela, las más de las veces prevenible o al menos controlable. Así lo aseguraron especialistas de Unicef y el Ministerio de Salud de la Nación al anunciar la Semana del Prematuro, una campaña de sensibilización sobre necesidades y derechos de los niños nacidos con menos de 2500 gramos, cuya tercera edición comenzará el 1º octubre y fue presentada ayer.

De acuerdo con las estadísticas nacionales, en 2010, el 8 por ciento de los 756.176 niños nacidos en Argentina lo hicieron antes de la semana 37. De esos 60.494 niños, 54 mil pesaron menos de 2500 gramos, y casi 8 mil registraron pesos por debajo de los 1500 gramos. “Este último grupo de niños y niñas representa el grupo más vulnerable”, señaló el informe producido por Unicef. Sucede que las estadísticas nacionales e internacionales confirmaron que en 2010 el nacimiento prematuro fue la principal causa de mortalidad infantil, y también de discapacidades severas como ceguera, hipoacusia, parálisis cerebral o trastornos de aprendizaje. Sin embargo, los especialistas indicaron que las secuelas podrían evitarse.

El objetivo de la tarea conjunta entre el Ministerio de Salud y Unicef es que “todo niño de alto riesgo tenga seguimiento por lo menos hasta los tres años, momento en que ya se pudo haber determinado las secuelas de mayor impacto o haberlas disipado”, explicó Zulma Ortiz, especialista de salud de la institución internacional. Por ello este año la campaña reforzará el derecho número 7 del decálogo de derechos elaborado hace dos años para la Semana del Prematuro: “Un niño que fue recién nacido prematuro de alto riesgo debe acceder, luego del alta neonatal, a programas especiales de seguimiento”.

En el anuncio de la campaña, además de Ortiz y Andrés Franco, por parte de Unicef, estuvieron también presentes Guillermo González Prieto, subsecretario de Salud Comunitaria del Ministerio de Salud de la Nación, y la médica del Hospital Garrahan Gabriela Bauer.

Fue González Prieto quien señaló que, respecto de los niños prematuros, hay dos aspectos centrales: por un lado, las causas, que se desconocen aunque algunos elementos se consideran facilitadores del nacimiento precoz; por otro, la atención médica, la presencia y actitud de la familia del bebé, y el posterior seguimiento frente al hecho concreto de la prematurez.

Los nacimientos prematuros, indicó González Prieto, suelen vincularse reiteradamente con los embarazos adolescentes. Una de las causas de que los bebés nazcan antes de tiempo, explicó, “tiene que ver en parte con la edad de las embarazadas, porque las menores de 14 años no están incluso físicamente preparadas”. Además, el hecho de que esos embarazos no sean planificados y tengan alta probabilidad de haberse producido a consecuencia de violaciones “son condicionantes fuertes en la situación de prematurez”. En otros casos, los médicos afirman que no hay indicios de la prematurez, que se da con embarazos normales y que el parto se adelanta de manera súbita, sin que ninguna señal permita preverlo.

En cuanto a la atención y el seguimiento, la especialista Ortiz hizo hincapié en que la maduración, la contención familiar, la calidad y la seguridad del cuidado durante la internación son factores tal vez subestimados, pero de fuerte incidencia en el desarrollo del niño, en la supervivencia y la posibilidad de evitar secuelas. “Estamos en una instancia de muchos desafíos”, indicó Ortiz, quien señaló que especialistas y funcionarios deben tener presente que “un niño tendrá más o menos probabilidades de sobrevida y de secuelas según el lugar donde nazca y la atención que reciba”, tal como demuestran las estadísticas de 2010 (ver aparte). Por ello, agregó, las estadísticas demuestran que la diferencia está en no descuidar los programas de seguimiento, a cargo de un equipo interdisciplinario, capaces de prevenir, diagnosticar y atender los problemas vinculados con la prematurez a corto o largo plazo, y orientar y acompañar a las familias.

González Prieto se mostró confiado en que “los servicios sean más exitosos”, a partir de un trabajo conjunto entre la cartera sanitaria y el organismo internacional sobre capacitación y los centros de salud específicos. Los especialistas precisaron que las cifras actuales plantean importantes desafíos a la atención de los nacimientos prematuros y a su seguimiento y control y es en este contexto que la Semana de la Prematurez que se viene realizando desde hace tres años consecutivos busca visibilizar y redimensionar esta problemática. En Argentina, dijo González Prieto, “avanzar a un modelo integrado de atención para niños de riesgo es, sin duda, uno de los máximos desafíos de los programas de seguimiento”.