Viernes, 28 de septiembre de 2012 | Hoy
SOCIEDAD › DESPUES DE CINCO HORAS DE DISCUSION SOBRE EL ABORTO NO PUNIBLE, LA LEGISLATURA ENTRO EN CUATRO INTERMEDIO
A la una de la madrugada, cuando se estaba por votar sobre el protocolo de abortos no punibles, el macrismo usó un tweet de Lubertino para desviar el debate. Hubo gritos cruzados y reproches. Al cierre de esta edición, los legisladores iniciaban un cuarto intermedio.
Por Emilio Ruchansky
Tras cinco horas de debate, la Legislatura porteña se aprestaba a votar una reglamentación sobre los abortos no punibles, pero un tweet de la legisladora María José Lubertino terminó convirtiéndose en la excusa para que el macrismo desviara el debate. La discusión pasó entonces del protocolo a la frase que tuiteó la diputada: “Bergman y Gorleri, saquen su kipá y su rosario de nuestros ovarios”. El texto causó revuelo, Lubertino pidió disculpas pero el macrismo no las aceptó. Al cierre de esta edición, los legisladores entraron en un cuarto intermedio y quedó en duda la continuidad del debate promovido por la oposición, que buscaba una alternativa a la resolución aprobada por el gobierno porteño que no se ajusta al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El debate comenzó a las 20.30 con la breve exposición de la legisladora de Laura García Tuñón, y con la tercera ronda de café en marcha. “Este tema da cuenta de una lucha histórica de las mujeres, es solo una parte pero es un paso que tenemos que dar, a partir del fallo de la Corte Suprema, por una pelea mayor: la legalización del aborto por ley del Congreso Nacional”, sintetizó la legisladora de Buenos para Todos. En el recinto, todavía peleaban por un lugar decenas de jóvenes antiabortistas, las mujeres con rosario en mano, los hombres vestidos con mocasines, pantalón de vestir, camisa adentro y pullover.
“Las Naciones Unidas postulan los derechos sexuales y reproductivos como parte de los derechos humanos. Estamos peleando por una maternidad libre, no forzada y estableciendo criterios para los abortos no punibles, cuando hay riesgo de vida o de salud para la mujer o violación”, resumió la legisladora Naddeo. Luego explicó que en el proyecto de minoría –el de mayoría solo apoyaba la resolución del ex ministro de Salud porteño Jorge Lemus–, se habilita la prestación sin mediar la opinión de los padres desde los 14 años. “El fallo de la Corte habla de mujeres y niñas”, apuntó.
Naddeo informó que el dictamen de minoría tenía apoyo de la Asesoría General Tutelar y el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes sobre dos cuestiones contrarias a la resolución de Lemus, que limita a 12 semanas de embarazo los abortos no punibles y exige que los menores de 18 años vayan acompañada por uno de sus padres o sus tutores. “Catorce años es, según el Código Civil actual, el consentimiento par las prácticas médicas”, explicó la legisladora de Diálogo por Buenos Aires. Detrás se agitaban los pañuelos verdes a favor del aborto libre, seguro y gratuito.
El siguiente expositor fue el oficialista José Luis Acevedo, quien dijo estar “indignado” por que se dejara de lado la figura del violador en la propuesta de la oposición. La legisladora kirchnerista Gabriela Alegre lo interrumpió: “Lea la resolución de Lemus, que también contempla la declaración jurada para proveer la prestación en los casos analizados”. Fue la última interrupción que permitió. Luego buscó los aplausos de la tribuna antiabortista: “¡Una nena de 14 años no puede manejar un auto y dejamos que decida sobre la vida o muerte de una persona inocente!”, gritó luego.
Varios legisladores le recordaron a Acevedo que la violación es un delito de instancia privada y la mujer no está obligada a denunciarlo. “Es un derecho personalísimo que está en el Código Penal”, observó el legislador kirchnerista Aníbal Ibarra. La denuncia y también la imposición de más profesionales intervinientes en el aborto, que es visto como una “barrera burocrática” por la Corte, fue referido por varios macristas. Estos buscaban afincar lo que pide la resolución actual, que parece confundir ayuda con disuasión al obligar al servicio social del hospital, en caso de violación, a que informe la ayuda pública a embarazadas o la posibilidad de dar en adopción al bebé y dar intervención al Area de Atención a las Víctimas.
Alejandro Bodart, de Proyecto Sur, pidió que ningún aborto sea punible y que se separe al Estado de la Iglesia. Y aseguró que Acevedo llama a no cumplir con el fallo de la Corte. “El 80 por ciento de las violaciones son intrafamiliares y Acevedo quiere que algunas menores vayan con el violador al hospital a ver si le hacen un aborto”, argumentó. También criticó que la resolución del Gobierno porteño solo permita la interrupción se haga hasta las 12 semanas porque “violenta” el fallo en cuestión. El legislador del PRO Daniel Lipovetsky aseguró que en los hospitales Clínicas y Posadas no se hacen esos abortos porque el gobierno nacional no los reglamentó.
“Esos hospitales son universitarios, no nacionales”, le aclaró luego el radical Rubén Campos, quien recordó que los abortos son la principal causa de mortalidad materna en Argentina “que está tercera después de Trinidad y Tobago y Jamaica”. El legislador de Proyecto Sur, Jorge Selser, recordó que la Argentina fue intimada por la Organización Mundial de la Salud a realizar los abortos no punibles. “El dictamen de minoría busca garantizar que los profesionales de la salud cumplan con la ley y no se escuden en cuestiones judiciales. Más aún, los condena si no lo hacen”, dijo este médico.
“Quieren meter el aborto por la ventana”, dijo la oficialista Carmen Polledo, quien aseguró que Lemus reglamentó ante la falta de diálogo de los legisladores opositores con los oficialistas. Luego dio a entender que una mujer, “en caso de angustia y depresión”, podría pedir un aborto sin haber sido violada y entonces, “sería una despenalización encubierta”. Otros macristas esbozaron la misma tesis o sostuvieron que Cristina Kirchner está en contra del aborto. Todos ellos fueron aplaudidos por su tribuna, la misma que le gritó “asesinos” a varios legisladores.
“Es la primera, es la primera y última descalificación que oigo. O desalojo la sala”, dijo al respecto el kirchnerista Dante Gullo, al presidir la sesión, pasadas las 23.30. Polledo, que terminó diciendo que quería vivir en “un país decente”, recibió minutos después la respuesta de la legisladora Virginia González Gass: “No quiero un país decente, quiero un país justo e igualitario”. Luego, esta nueva incorporación de Buenos Aires para Todos pidió le recomendó un relato de Abelardo Castillo: “Se llama Patrón, está en una serie llamada Cuentos Crueles, evitamos que ese cuento sea realidad”.
A esa altura, los discursos eran cada vez más encendidos. La opositora María José Lubertino dedicó la sesión a la fallecida feminista Dora Coledesky y denunció que el PRO “eliminó del presupuesto la educación sexual en 2011”. En 2012, solo se dedicaron 120 mil pesos a Educación Sexual, que se derivaron a una ONG. “Me preocupa que se hable de derecho de aborto como un derecho, en Argentina el aborto es un delito”, dijo luego la oficialista Victoria Morales Gorleri. El legislador de la Coalición Cívica Juan Pablo Arenaza dijo estar en contra de que se condene a una mujer por abortar pero “cómo no se va a avisar a los padres de una nena que abortó”.
Sobre el final, la macrista María Raquel Guerrero dijo que era un día triste para ella. “Yo respeto el fallo de la Corte pero no lo comparto porque el derecho a la vida es para todos”, agregó. La legisladora de Nuevo Encuentro Gabriela Cerruti le respondió: “Me siento orgullosa, ni feliz ni triste. Es una discusión que nos debíamos. Y esperemos avanzar con la legalización más adelante”. La opositora Susana Rinaldi recordó que en 1984, junto a María Elena Walsh y María Herminia Avellaneda, hizo el programa de televisión La cigarra donde se habló por primera en vez del aborto en la democracia reciente. “Este es un día histórico”, opinó.
La kirchnerista María Rachid redondeó su discurso a la medianoche, rechazando la reglamentación macrista, recordando que el fallo de la Corte refiere a un caso de una joven de 15 años. “Sobre las 12 semanas, quedó claro en el fallo que el Estado es responsable por el derecho a la salud, cuando se constante la causal del aborto no es punible, a garantizar la rapidez, accesibilidad y seguridad de la prestación”, dijo. Y agregó sobre la intervención de más de un profesional: “La Corte dice que esas prácticas conspiran contra las mujeres víctimas de una violación. Por eso pedimos esta nueva reglamentación, para terminar con la violencia institucional”.
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