SOCIEDAD
“La posibilidad de tener un arma facilita este tipo de tragedias”
Los familiares de los dos argentinos asesinados en Miami viajaron anoche a Estados Unidos para repatriar los restos de las víctimas. Según el cónsul argentino en Miami, este tipo de hechos se repiten en ese país por “la facilidad que tiene la gente de acceder a un arma”.
Casi nada queda para investigar en el caso de los dos argentinos asesinados el domingo en Miami. Un vecino al que le molestaba el volumen de la música tomó su arma, fue hasta el departamento en el que se realizaba la fiesta y simplemente los asesinó. El culpable ya está detenido y las familias de las víctimas, destruidas por la tragedia, viajan hacia allá mientras se tramitan los papeles necesarios para que los cuerpos sean repatriados. Más que a la investigación del hecho, las miradas apuntan a las condiciones que lo hicieron posible: “Este tipo de desgracias suceden porque la gente tiene libremente la posibilidad de acceder a un arma de fuego en los Estados Unidos. Si este hombre no hubiera tenido un arma, la historia sería otra”, afirmó el cónsul argentino en Miami, Luis María Riccheri, en diálogo con Página/12.
La impotencia de los familiares de Alberto Ledesma y Ernesto Fondovila, de 32 y 33 años, se tradujo ayer en un pedido desesperado del padre de una de las víctimas, que reclamó la pena de muerte para el acusado, un ciudadano estadounidense de 42 años sin antecedentes penales. “Un alivio sería si mataran al asesino, si le aplicaran la pena de muerte”, disparó Mario Fondovila, padre de Ernesto, antes de partir rumbo a Miami junto a su mujer, la madre de Ledesma y dos hermanos de las víctimas.
En el historial del hombre detenido por el homicidio, Kevin Evers, quien ya confesó ante la policía ser el autor del triple crimen –también murió una mujer brasileña de 39 años que participaba de la fiesta–, sólo se encontró una discusión originada por una queja del hombre en un comercio de Miami, apenas unos días atrás. “Esta ausencia de antecedentes pone aún más de manifiesto que la historia podría haber sido otra. Es la primera vez que una caso así nos toca de cerca a nosotros pero este es un cuadro repetido hasta el hartazgo y las facilidades para conseguir armas, una de sus causas más importantes”, enfatizó el cónsul Riccheri.
Según la reconstrucción del hecho realizada a partir de los testimonios de los vecinos y testigos, el vocero de la policía local, Bobby Hernández, señaló que cerca de las 4 del domingo, Evers bajó desde el segundo piso al departamento de planta baja en el que vivían los Fondovila, furioso por el volumen de la música. “Tras una breve discusión, Evers sacó un arma y empezó a disparar”, dijo Hernández. Y explicó que, aunque una ordenanza de la ciudad prohíbe que el volumen de la música se extienda más de 30 metros de distancia después de las 23, no había habido una denuncia policial por el ruido. El único llamado que recibieron desde la zona conocida como Little Buenos Aires fue por los disparos, a las 4.08. Los testimonios variaron en cuanto al volumen de la música y tampoco coincidieron en la cantidad de disparos, que serían entre diez y quince.
“Lo que sucedió no se puede creer. No estábamos con la música tan alta, como dicen algunos. Cuando este maniático pidió que bajáramos la música, la bajamos. Lo que hizo ese hombre fue algo totalmente pensado. Yo no sé qué tenía en su cabeza, qué fue lo que le pasó por la mente para que dejara a mis dos hijas sin papá. Ahora no se qué hacer. Lo mínimo que pido para el asesino es la silla eléctrica”, declaró ayer Melina de Fondovila, la esposa de una de las víctimas, que tiene dos hijas, una argentina de 6 años y una nena nacida en Estados Unidos que hoy cumple un año.
Antes de viajar a Miami, la madre de Melina explicó que su hija aún no sabe si volverá a la Argentina. “Mi nieta corre riesgo de salud. Fue operada de espina dorsal, tuvo meningitis, le colocaron válvulas y necesita controles”, contó la mujer. Y pidió: “Queremos saber si acá hay alguien que la pueda atender a mi nieta, porque mi hija no se quiere quedar allá”, remarcó.
En tanto, el cónsul estimó que los cuerpos de Ledesma y Fondovila podrían ser traídos a la Argentina durante el fin de semana, ya que “finalizaron las autopsias y el resto de los trámites no son complicados y no requerirán mucho más tiempo”. Riccheri señaló que ahora “el trabajo más importante del consulado argentino es el apoyo psicológico y humano a los familiares de las víctimas, más allá de los trámites burocráticos”.
Producción: Paula Bistagnino.