La fiscalía paraguaya acusó formalmente a catorce campesinos, dos de ellos menores de edad, como presuntos responsables de la llamada masacre de Curuguaty, ocurrida hace seis meses en una hacienda de esa localidad, que dio paso al golpe institucional contra el entonces presidente, Fernando Lugo.

El fiscal Jalil Rachid informó ayer que nueve labriegos están acusados de homicidio doloso, asociación criminal e invasión de inmuebles. Uno por frustración a la ejecución penal; dos por asociación criminal, y uno más por asociación criminal, invasión de inmueble y tentativa de homicidio doloso. Rachid le otorgó al líder sectorial Rubén Villalba el rol de instigador, y pidió el sobreseimiento definitivo de tres campesinos inicialmente acusados, según reportó la agencia IP Paraguay.

Según Telesur, campesinos y familiares de las víctimas del desalojo se reunieron anteayer en el lugar donde se registraron las muertes para pedir que se esclarezca el caso. Darío Acosta, uno de los familiares, lamentó que no se les permitiera el ingreso hasta el lugar exacto de los asesinatos, ubicado a dos mil metros de la entrada de la finca. Uno de los testigos principales de los hechos de Curuguaty y dirigente de campesino, Vidal Vega, fue asesinado recientemente. Seis policías y once campesinos murieron el 15 de junio en la operación policial con la que se pretendió desalojar a un grupo de sin tierras de una finca de Curuguaty, cuya propiedad se disputaban el Estado y el empresario y dirigente del Partido Colorado Blas Riquelme, luego fallecido.