El joven agredido la semana pasada por su orientación sexual en una fiesta privada en San Isidro pidió disculpas a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por haberla llamado –meses antes– “Führer”, aunque advirtió que la sigue considerando “autoritaria”. Pedro Robledo, de 21 años, fue atacado en una fiesta, cuando estaba de la mano de su pareja del mismo sexo, en San Isidro, por dos hermanos que se reivindicaban como católicos; el agredido fue atendido en un hospital. La Presidenta, el miércoles, anunció que pidió al secretario de Derechos Humanos y al titular del Inadi ponerse, en forma urgente, a disposición del joven, y señaló que lo hacía pese a que funcionarios del Gobierno le habían advertido que Robledo era “anti-K” y que la había llamado “Führer”. Robledo, en respuesta, dijo que “me equivoqué porque es un término muy fuerte y manda a un contexto de una época muy oscura del mundo”, por lo cual “pido disculpas, pero ahora, que el Gobierno es autoritario y que ella es una persona autoritaria, lo voy a seguir sosteniendo, y cuando me reciba se lo voy a decir a ella también”.