María Ovando, la mujer misionera que fue juzgada y absuelta hace cinco meses por la muerte de su hija de tres años, volvió a compartir el techo con dos de sus once hijos y una nieta. La mujer, de 37 años, pudo reencontrarse con las más pequeñas de sus hijas, a cargo de su suegra, tras recibir la autorización de la jueza Margarita Potschka, de El Dorado. Ovando estuvo 20 meses presa, hasta que a fines de noviembre del año pasado fue absuelta de la acusación de “abandono de persona”, por la que afrontó un juicio público, luego de la muerte de su hija Carolina, a principios de 2011. Carolina falleció por desnutrición. El caso desnudó la miseria y el abandono que sufría esta familia numerosa. El reencuentro de Ovando con las pequeñas ocurrió el lunes pasado, a las 10, en el despacho de la jueza. La mujer, dijo luego, sentía una alegría total: “Ya dormí con ellos, algo que tanto quería”, comentó y aclaró que todavía espera la restitución de otro hijo, de 7 años, que se encuentra en guarda de la abuela materna. La menor de todos sus hijos tenía dos años y medio cuando ella fue detenida. “La estaba amamantando”, recordó, cuando una patrulla policial llegó a su casa en Puerto Mado, en el norte de Misiones. Ovando todavía no consiguió una casa propia.