SOCIEDAD › PROTESTA FRENTE A UNA COMISARIA DE LANUS POR LA INSEGURIDAD
Cuando la policía terminó cercada
El detonante fue la muerte de un hombre en un intento de robo de su auto. Cientos de vecinos se quejaron frente a la comisaría de Villa Industriales por la impunidad con que funcionan los desarmaderos en la zona. El jefe de la seccional fue desplazado.
Por Carlos Rodríguez
Cerca de un millar de vecinos cercó anoche la sede de la comisaría 7ª de Villa Industriales, en Lanús Oeste, y forzaron la renuncia de su jefe, Carlos Molina, durante una ruidosa protesta por la falta de seguridad en la zona. El desencadenante fue la muerte de un hombre asesinado a balazos en la puerta de una escuela. El móvil del crimen habría sido el intento de robo del auto en el que iba la víctima, Vilmar Godoy, lo que motivó que los vecinos denunciaran a viva voz que la policía “sabe que existen tres desarmaderos y los patrulleros pasan por la puerta, pero nunca hacen nada”. El comisario Juan Carlos Carrizo fue designado para reemplazar a Molina y ante la tensión existente, el jefe de zona de Lanús, Néstor Grossi, salió a dialogar con los manifestantes, que ya se habían movilizado en la noche del lunes. Grossi prometió que se va a reforzar la seguridad y hasta admitió la existencia de una industria local del robo de autos: “Los desarmaderos están desde que yo era un niño”, dijo.
Después de dialogar con Grossi, una comisión integrada por diez vecinos fue recibida por el intendente de Lanús, Manuel Quindimil, mientras el secretario de Gobierno de la comuna, Jorge Sívori, le pasaba la pelota del reclamo al gobernador Felipe Solá y a Juan Pablo Cafiero: “Este tema tiene que ser resuelto por el Ministerio de Seguridad bonaerense”. En una carta dirigida a Solá, y firmada por Quindimil, se denunció la “grave situación de seguridad” y se pidió “protección” para Lanús Oeste. Los vecinos aseguraron que los problemas comenzaron hace seis meses y muchos, a pesar del comentario de Sívori, le pasaron la factura al jefe comunal: “Quindimil cree que tiene inmunidad, pero no la tiene”, aseguró Rubén Orero, uno de los manifestantes, quien lamentó que “haya tenido que haber un muerto para que la gente se movilizara”.
La manifestación estuvo poblada de reclamos. José Frecino aseguró a Página/12 que le robaron la camioneta Ford cuatro veces, “la última vez hace apenas media hora y a dos cuadras de la comisaría”. La séptima de Lanús está en Coronel D’Elia 1745 y su entrada principal quedó ayer virtualmente clausurada por la presencia de vecinos que parecían dispuestos a tomar la dependencia. Luego de algunos forcejeos, el comisario Grossi salió a pedir calma. “Los vecinos vinieron a protestar por razones atendibles, pero hubo algunos que me han faltado el respeto”, fue uno de los primeros comentarios del oficial, que se encarga de la supervisión de diez comisarías de Lanús.
Atosigado por las preguntas de la prensa y el acoso de los vecinos, Grossi terminó por admitir la existencia de desarmaderos de autos en la zona. “Están desde siempre, desde que me acuerdo”, dijo como si se tratara de locales de venta de golosinas. Luego, cuando le preguntaron qué se hace para enfrentar ese delito, se limitó a referir la creación, el año pasado, de la División Delitos Especiales. Dijo que se está “trabajando mucho” en la zona de Villa Caraza y Villa Diamante, en Lanús Oeste, y se lamentó de que la prensa se movilice sólo cuando las noticias son malas para la policía. “Hace unos días detuvimos a personas que llevaban dos kilos de trotyl y la noticia no salió en ningún medio.”
Las voces de los vecinos acallaron varias veces a la del comisario. Todos reportaban partes de delitos, la mayoría robos de autos o de comercios, y también de bicicletas. “Es más seguro andar de noche que de día. Los robos de bicicletas ocurren a cada rato y son chicos de entre 15 y 18 años los que se las llevan”, aseguró Mauro. “Las únicas que andan por la calle son las patrullas de control de tránsito, pero no se ven ni policías ni patrulleros”, fue una de las quejas generalizadas. El comisario Grossi respondió que hay “siete patrulleros circulando y se van a incorporar otros tres o cuatro más”.
Otro que aportó al informativo de robos y hurtos fue el comerciante Alejandro Perluzzo, a quien en los últimos dos años le robaron “catorce volquetes y dos camiones”. Según los vecinos, los ladrones vienen, supuestamente, de Valentín Alsina, de Diamante y del barrio El Fortín. Lavecina Marta García aseguró que el último mes “fue terrible” en materia de robos y mientras ella habla, en una pared cercana, una pintada reciente seguía levantando a la figura emblemática del peronismo de Lanús: “Quindimil sigue siendo el futuro”. La protesta de los vecinos tuvo como detonante el asesinato de Vilmar Godoy, de 26 años, ocurrido el lunes al mediodía frente al Colegio Santa Paz, en la calle Canadá, entre Balcarce y Ocampo, mientras esperaba la salida de sus sobrinos.
Godoy estaba en un Fiat Siena, acompañado por una hermana suya. El hombre fue asaltado por dos ladrones, uno de los cuales estaba armado. La policía dijo que pretendieron robarle el auto y aunque Godoy no se había resistido, uno de los ladrones le disparó a quemarropa y lo mató. Godoy fue llevado al Hospital Evita de Lanús y murió poco después. En la noche del lunes se produjo la primera manifestación ante la comisaría 7ª y allí se acordó una nueva cita para ayer. Anoche fue presentado el nuevo jefe de la seccional, Juan Carlos Carrizo, quien sostuvo que los vecinos “no salen a la calle sólo por los desarmaderos, sino también por diversos hechos que han estado sucediendo en los últimos tiempos”.
El nuevo jefe se presentó como “un vecino más de Lanús” y desde ese lugar les dijo a los manifestantes que ya se coordinaron “algunas tareas que se están completando para solucionar el problema”. Anunció que “se han labrado tres infracciones a desarmaderos de Remedios de Escalada y Polvorines”, pero tampoco precisó si estas medidas significan el fin de esa actividad ilegal en la zona. Los vecinos, a los gritos a veces y en sordina otras, insistieron en que “los desarmaderos funcionan sin que la policía haga nada porque es evidente que detrás hay algún ‘padrino’”.
Producción: Gabriel Entin