Jorgelina Anahí Barreto, de 32 años, dio a luz una niña por cesárea, luego de haber sido sometida a una operación de urgencia porque había resultado herida de bala en el abdomen durante un tiroteo protagonizado por su marido, un agente de la Policía Federal, y tres hombres que intentaron robarle una camioneta. El hecho ocurrió a la cero veinte minutos de ayer, cuando la pareja estaba ingresando a su domicilio en el partido bonaerense de San Martín. La mujer, que estaba embarazada de ocho meses, fue herida durante el tiroteo que se produjo porque su esposo, el cabo primero de la Federal Pablo Burgos, se resistió al robo y enfrentó a tiros a los asaltantes. A Barreto la internaron de urgencia en el Hospital Eva Perón, donde tuvo a su beba por cesárea. Los médicos informaron que tanto la madre como la niña se encuentran “en buenas condiciones de salud”.

El episodio se produjo pasada la medianoche del domingo, en Diagonal Chilavert al 6500, de la localidad de José León Suárez, cuando la mujer y su pareja, un policía federal que cumple servicios en la Comisaría 16a de la Capital Federal, estaban llegando a su domicilio a bordo de una camioneta Chevrolet Tracker, patente NOC120. La esposa del cabo Burgos fue quien abrió la puerta del garaje de la casa, mientras que el policía empezó a ingresar el vehículo. En esos momentos observó, a través del espejo retrovisor, que tres hombres armados se bajaban de otro vehículo y encaraban hacia donde se encontraban, a punto de entrar a la casa.

Según la información oficial, el suboficial de la Federal tomó de la guantera su arma reglamentaria y dio “la voz de alto”, pero como respuesta recibió una andanada de balas. El tiroteo se prolongó durante unos minutos, hasta que se interrumpió en forma abrupta cuando la mujer del agente cayó herida de un balazo en el abdomen. La bala tenía orificio de entrada y salida; dada la grave situación, tuvo que ser llevada de urgencia al Hospital Eva Perón de San Martín. En medio de la confusión, los tres agresores se subieron de nuevo al vehículo en el que se movilizaban y escaparon.

Ayer por la tarde, luego del nacimiento de la beba, voceros del Ministerio de Salud bonaerense y el director del Hospital Eva Perón, Ricardo Smith, informaron que la mujer del policía seguía internada, junto con su beba, que al nacer pesó 3,100 kilos. Las fuentes dijeron que la niña está “en perfecto estado de salud, a pesar de la urgencia por la que tuvo que pasar la madre”. La parturienta había ingresado al hospital con una herida de arma de fuego en la región lumbar. En la misma intervención quirúrgica se asistió a la mujer por la herida sufrida y se le hizo la cesárea para adelantar el nacimiento y evitar eventuales complicaciones.

El director del hospital, Ricardo Smith, resaltó que todo salió bien porque en el establecimiento a su cargo “están todas las condiciones dadas entre infraestructura y especialistas en caso de ser necesario atender casos urgentes de gravedad como el ocurrido”. Tanto la madre como la niña “evolucionan favorablemente y por ese motivo ya están internadas, juntas, en una sala común”, no obstante lo cual se realizaban gestiones para el traslado de las dos a un sanatorio privado, por pedido de la familia.

En lo que se refiere al hecho policial, personal de la Comisaría 4a de San Martín estuvo recabando información que les permita establecer el paradero de los asaltantes. También secuestraron la pistola calibre 9 milímetros utilizada por el cabo Burgos y la camioneta de su propiedad, con la finalidad de realizar las pericias correspondientes, para certificar la veracidad del relato del policía sobre cómo ocurrieron los hechos. Se aclaró que por el momento no hay ninguna medida procesal contra el suboficial.

Uno de los puntos por establecer es de qué arma salió el disparo que hirió a la embarazada. Se sabe que la herida tiene orificio de salida y se presume que se pudieron recoger vainas servidas en el lugar del hecho, para determinar qué tipo de armas fueron utilizadas en el tiroteo, además de la 9 milímetros del suboficial Burgos. Un jefe policial que investiga el caso no descartó la posibilidad de que alguno de los asaltantes hubiera resultado herido, motivo por el cual se dio aviso a los hospitales de la zona para que notificaran de inmediato en caso de ingresar alguna persona con herida de bala.

Felipe, un vecino que vive cerca del domicilio del cabo Burgos, declaró ante los periodistas que en la madrugada de ayer escuchó “una balacera terrible” y cuando salió a ver, horas después, en una esquina vio manchas de sangre, lo que le hizo pensar que uno de los asaltantes resultó herido. Felipe recordó también que escuchó gritar a la esposa del policía: “Ella pedía auxilio por su nena”. En el caso interviene la Unidad Funcional de Investigaciones número 5 de San Martín. La causa está caratulada “Tentativa de robo a mano armada y lesiones”.