El sacerdote católico Francis Paul Cullen, de origen irlandés y de 85 años, fue condenado a 15 años de cárcel por pedofilia, en el distrito inglés de Derbyshire, tras permanecer dos décadas prófugo. Cullen confesó durante el juicio que había abusado sexualmente de siete niños entre 1957 y 1991, cuando era párroco en Derbyshire y en Nottin-gham, informó la agencia italiana de noticias Ansa. El religioso estuvo prófugo de la policía británica durante veinte años y buscó esconderse en las Islas Canarias, donde fue detenido en 2013 en Tenerife, en virtud de una orden de captura para el territorio europeo. “Decir que ha deshonrado su hábito es un eufemismo. Esta ha sido una hipocresía terrible. En una frase, su vida ha sido una mentira”, subrayó el juez durante la lectura del veredicto. El cura confesó durante el juicio los abusos contra los menores de entre 6 y 14 años que había cometido durante su sacerdocio. El vocero de la Diócesis de No-ttingham, de la que depende Cullen, dijo que el obispo local ya pidió a la Santa Sede la remoción de su cargo tras ser condenado por la Justicia, pues sigue siendo un sacerdote aunque no puede oficiar misa.