La empleada de un comercio de artículos de decoración del barrio porteño de Núñez fue víctima de un abuso sexual por parte de un joven que ingresó armado al negocio y se investiga si es el mismo que, días antes, había asaltado un local vecino e intentó introducir por la fuerza a una chica en el baño. El asalto y violación fue cometido el sábado, pasado el mediodía, en el local de decoración y regalería Tienda Penny Lane, situado en Cuba al 3300, a metros del cruce con Manuela Pedraza.

Según fuentes de la investigación, un joven de unos 25 años, de cabello corto y con un piercing, se acercó a la puerta –que por razones de seguridad estaba cerrada– y le dijo a la empleada que deseaba ver algunas cosas. “Ella dudó, pero se acercó y abrió. Su intuición inicial lamentablemente fue real, porque el joven primero le robó el dinero y el celular y luego la obligó a practicarle sexo oral”, contó Isabel Yaconis, integrante de la asociación Madres del Dolor, cuya hija fue violada y asesinada en Núñez en 2003.

La víctima, de 24 años, fue fotografiada con el celular que le robó el delincuente mientras era abusada sexualmente.

Tras la huida del agresor, la joven llamó a su hermana, que vive en la zona, quien alertó al 911, por lo que efectivos de la seccional 35ª –situada a una cuadra y media del comercio– arribaron al lugar y dispusieron el traslado de la víctima al hospital Pirovano, donde fue sometida a tratamientos preventivos de rigor.

Yaconis informó que si bien al declarar sobre lo ocurrido la empleada pudo realizar la descripción fisonómica del atacante, no logró ayer hacer el identikit cuando fue citada por la Policía, debido al estado de shock en el que aún se encuentra.

La policía procuraba determinar si el violador es el mismo que el 15 de abril, cerca de las 17, asaltó a mano armada e intentó llevar por la fuerza al baño a la empleada de un comercio de artículos para niños, situado a la vuelta del local donde se cometió la violación, sobre Manuela Pedraza, esquina Cuba.

Según relató la dueña de ese negocio, Silvina, el delincuente entró cuando su joven empleada estaba sola, ya que ella había salido con sus hijos 10 minutos antes a realizar un trámite. Según la mujer, el delincuente entró haciéndose pasar por un interesado en comprar un CD para niños y, una vez que la empleada le abrió a puerta y lo dejó pasar, exhibió un arma y la amenazó para que le entregara la recaudación. “Atendemos permanentemente a puertas cerradas. Fue horrible, muy violento”, contó Silvina, quien añadió que el delincuente amenazaba con matar a la empleada, le robó dinero, el celular y luego “intentó a los empujones meterla en el baño”, aunque no lo logró porque ella se resistió.

Yaconis consideró que, por el modus operandi y los datos aportados por las víctimas, existen coincidencias que hacen sospechar que el agresor pudo haber sido el mismo en ambos casos. En el caso reciente actuó “un muchacho bien vestido, joven y que tenía perfume”, que tras el hecho, “se fue caminando y desinhibido por completo”, contó la empleadora de la víctima.

Los investigadores buscan imágenes de cámaras para poder individualizarlo, ya que se conocen con precisión los horarios de los hechos, el rumbo que tomó al retirarse de los locales y parte de sus rasgos. Los episodios denunciados son investigados por la fiscalía de Núñez-Saavedra, con jurisdicción en la zona.