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Un escalón inédito en la lucha contra el cáncer fue logrado en el Hospital de la Caridad, en Berlín. Un paciente de 26 años que tenía un tumor cancerígeno alojado bajo la clavícula fue intervenido mediante una terapia que recurre a la inyección de nano-partículas a base de hierro. Con cautela, las autoridades del hospital señalaron que aún no se podían sacar conclusiones, pero confirmaron que tras ocho semanas de terapia el paciente ya no presentaba el tumor.
La primicia había sido presentada ayer por el semanario Focus e inmediatamente confirmada por Andreas Jordan, jefe del grupo de trabajo de nanotecnología del Hospital de la Caridad. Según explicó Jordan, el paciente sufría un tumor cancerígeno debajo de la clavícula y ninguna terapia tradicional había logrado curarlo. En el hospital le inyectaron al tumor nano-partículas a base de hierro, recubiertas de biomoléculas del tamaño de algunos nanómetros.
Un nanómetro equivale a una mil millonésima parte de un metro. Según los investigadores, las células cancerígenas tienen una fuerte necesidad de energía y absorben a las nano-partículas más rápidamente que las células sanas. Luego, las nano-partículas son calentadas por medio de campos magnéticos. El resultado, tras ocho semanas de aplicación de la terapia fue la aparente destrucción del tumor.
La técnica de la introducción de nano-partículas ya había sido probada en ratas con tumores cancerígenos. Tras realizar la inyección de nanopartículas, las ratas vivieron cuatro veces más tiempo de lo que el tumor que tenían les hubiera permitido, según Klaus Maier-Hauff, jefe del proyecto. De todos modos, tras el exitoso resultado, en el Hospital de la Caridad abrieron espacio a la duda. “Este resultado –reveló Jordan-todavía no permite sacar conclusiones.”