Lejos de apagarse, la polémica generada por la campaña de una agrupación juvenil del PRO cordobés que, para sensibilizar sobre enfermedades de transmisión sexual, eligió la imagen de una vagina clausurada por un cierre siguió cosechando críticas.

Ayer se supo que la imagen del folleto fue tomada de una campaña en Indonesia contra el abuso infantil. Los promotores de la campaña pidieron disculpas y el propio Yamil Santoro, secretario de Juventud del PRO, reconoció que fue “un error”. De todos modos, las críticas continuaron.

La pieza, que tuvo amplia difusión en redes sociales desde el domingo, evidencia que “aquellos que se manifiestan políticamente como actores de un cambio” necesitan “capacitación y educación, y sobre todo la eliminación de todo pensamiento machista y retrógrado sobre la responsabilidad unilateral en las relaciones sexuales”, señaló la titular del Inadi Córdoba, Adriana Domínguez. “Los pronunciamientos públicos sobre estas temáticas tan sensibles exigen un máximo de responsabilidad”, agregó, al tiempo que subrayó los “conceptos erróneos y falaces” del mensaje.

El contenido de la imagen de la campaña “PROtegete. Sumate, sé parte del cambio”, señaló el presidente de la Federación Argentina LGBT, Esteban Paulón, es “retrógrado y machista porque violenta el cuerpo y la libertad de las mujeres”. En la misma línea, pero rescatando que el volante fue producido por una agrupación juvenil del macrismo, la ONG cordobesa Devenir Diverse advirtió que la campaña habla no sólo de presente, sino del posible futuro. “Esto, que hoy es un mero folleto, puede ser una política pública sanitaria y entonces sí sería un retroceso objetivo respecto de los numerosos derechos que se han conquistado en la última década”, observó.

La presidenta de la Fundación Más paz, menos sida, Patricia Pérez, advirtió que “a los activistas del sector nos ha costado muchos años y esfuerzo instalar una mirada más amplia que la de la abstinencia sexual”. “Hablar del preservativo es un compromiso del cual no abjuramos, ayudados por los datos científicos que nos avalan”, dijo, y sostuvo que “este desafortunado intento de los jóvenes PRO de Córdoba indica un superficial conocimiento de los métodos de prevención y nulo conocimiento de las acciones del activismo del sector a nivel local y mundial”. Pérez reconoció que “lo positivo es que estos jóvenes, ante el error, son capaces de reconocerlo. Lo preocupante es que el incidente denota hasta dónde llega el desconocimiento y la falta de discusión del tema en muchos colectivos partidarios, acompañado por la falta de campañas preventivas sostenidas y el nulo debate entre los líderes políticos sobre este aún gravísimo problema de salud”.

Por su parte, el partido Nuevo Encuentro consideró que la campaña es “un acto de violencia hacia las mujeres”, porque “se funda en estereotipos patriarcales machistas en torno a las mujeres y la sexualidad”, según una declaración suscripta por Carlos Vicente, dirigente de esa agrupación. “Consideramos que en el mensaje se culpabiliza a las mujeres, sobre todo a las mujeres jóvenes, por la trasmisión de la enfermedad, y se propone como medida de prevención la represión al libre ejercicio de la sexualidad”. La campaña, agregó, “remite al discurso más conservador de la Iglesia Católica, que propone esconder y castigar la sexualidad, en particular la de las mujeres”.