Sábado, 31 de enero de 2015 | Hoy
SOCIEDAD › INSOLITO ACCIDENTE EN LAS OBRAS DE ENSANCHE
Un camión regador de material asfáltico comenzó a desparramar el líquido sobre los autos que pasaban. Fueron afectados unos 30 vehículos y 60 personas. Diez terminaron en el hospital.
Por Carlos Rodríguez
El efecto visual del accidente fue semejante al que se produce cuando se descubre un pozo de petróleo. Lo extraño es que el líquido negro era material asfáltico, con una buena porción de brea, y que la lluvia oscura se produjo en la General Paz, en el barrio porteño de Liniers. El insólito accidente ocurrió a la 0.30 de ayer, por un desperfecto en el regador de un camión que participaba en los trabajos de construcción del cuarto carril de la autopista que bordea la ciudad de Buenos Aire. La máquina comenzó a tirar el líquido hacia arriba y hacia el costado. Por esa razón, unos treinta vehículos recibieron el regalo del cielo –o del infierno– y cerca de 60 personas quedaron con el rostro maquillado como soldados camuflados para ir a la guerra. Luego del enojo inicial, centrado en el conductor del camión, los médicos del SAME llevaron tranquilidad diciéndoles que no sufrirían daños colaterales porque el líquido no es tóxico. No obstante, una decena de afectados fueron asistidos en hospitales especializados porque el líquido les cayó sobre los ojos.
En un comunicado, Autopistas del Sol informó que los vehículos y las personas afectadas circulaban en ese momento por la calzada central de la avenida y que se dirigían hacia el Río de la Plata, en el tramo que va desde el Acceso Oeste hasta la calle Tinogasta. La explicación que se dio es que “un camión regador de asfalto, al servicio de la empresa UTE Vialtec-Milicic, contratista de las obras, por un desperfecto técnico, derramó material asfáltico” sobre los vehículos y salpicó a varias decenas de automovilistas y acompañantes que iban con los vidrios bajos.
La empresa señaló que todos fueron asistidos, algunos en el lugar, por médicos del SAME, y otros en los hospitales Santa Lucía y Lagleyze.
El comunicado de la empresa afirma que todas las personas afectadas se encuentran “en buen estado de salud”. En el documento se afirmó que “por las características del arrojo, el material en cuestión no presenta toxicidad en su contacto con la piel y, a pesar de su visible densidad, se puede limpiar fácilmente”. La firma aseguró que “más allá de haberse tomado las medidas de seguridad de protocolo necesarias para este tipo de desvíos de tránsito” un problema técnico imprevisto provocó el “lamentable accidente”. Luego de expresar sus disculpas, se destacó que la empresa “está tomando contacto (con los afectados) a los fines que corresponda”.
Una fuente de Autopistas del Sol precisó que se harán cargo de los daños sufridos por todos los vehículos afectados, que según estimaciones previas de voceros de talleres mecánicos podrían demandar gastos que en algunos casos podrían superar los 20 mil pesos (ver aparte).
En la madrugada de ayer, el titular del SAME, Alberto Crescenti, dijo que tres personas fueron llevadas al Lagleyze, y otras cinco al Santa Lucía. Aclaró que los afectados “no presentaban heridas de gravedad, la mayoría eran lesiones irritativas o lesiones superficiales en la córnea”. Cerca de las 7 de la mañana “todos los heridos fueron dados de alta con tratamiento tópico, pautas de alarma y control”, precisaron fuentes de los dos hospitales mencionados.
Por su parte, Crescenti detalló que el operativo de emergencia “comenzó a la 0.45 con dos ambulancias de aproximación y una unidad triage (de clasificación de pacientes por su grado de gravedad) y luego llegaron 15 ambulancias más que atendieron a unas 60 personas”. Precisó que hicieron consultas con el Centro Toxicológico del SAME y con la división de Sustancias Peligrosas de los Bomberos. Como consecuencia de esos contactos decidieron los traslados a los hospitales especializados.
El titular del SAME explicó que la sustancia que manchó vehículos y personas “por suerte es una sustancia en base acuosa, y a nivel de la piel no tiene mayor trascendencia porque no se absorbe”. Agregó que “afortunadamente la sustancia no estaba caliente, porque habría sido mucho peor” ya que algunos de los heridos “estaban prácticamente bañados en alquitrán”. En el lugar trabajó también personal de Defensa Civil y Policía Federal. El tránsito estuvo cortado varias horas.
Sobre las responsabilidades civiles, el jefe de Seguridad Vial de la Asociación de Periodistas de Tránsito y Transporte de la República Argentina, Axel Dell’Olio, aclaró que el daño económico debe ser reparado por la concesionaria Autopistas del Sol y no por la empresa tercerizada que está a cargo de los trabajos. Dell’Olio insistió en que los autos van a tener que ser reparados y limpiados “pero quien debe hacerse cargo no es el seguro del damnificado sino quien ocasiona el daño”.
Al principio, los damnificados se bajaron de los autos y comenzaron a increpar al chofer del camión regador. Los afectados, en el lugar de los hechos, relataron y mostraron a los periodistas los daños sufridos por los autos y camionetas. Uno de los automovilistas señaló ante las cámaras de TV que había sacado el auto de la concesionaria el día anterior. “No tiene ni cincuenta kilómetros recorridos y miren cómo quedó.” La mayoría de las personas borraron las huellas del salpicón de brea en el lugar, asesorados por los médicos del SAME.
Otro de los damnificados señaló que iban en dirección al Río de la Plata, mientras que el camión regador circulaba “en dirección contraria, de manera que lo tuvimos enfrente en cuestión de segundos y no pudimos hacer nada para evitar lo que nos pasó”. Todos se fueron contra el chofer del camión, El hombre, llamado Julio, antes de retirarse del lugar, sólo atinó a decir que se había “soltado una traba del lado izquierdo” del regador neumático, tecnología que usa el aire comprimido como modo de transmisión de la energía.
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