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Mientras una joven con discapacidad mental llega a juicio privada de su libertad y acusada de no proteger a su hija de los golpes que presuntamente le dio su pareja y que le causaron la muerte, en un contexto en el que ella misma era víctima de violencia de género, José Arce, condenado por el femicidio de su esposa, obtuvo la prisión domiciliaria y vive bajo el mismo techo que sus hijos, con lo cual la niña y el niño, de 10 y 11 años, están obligados a convivir con el asesino de su madre.

“Mi papá está en casa”, le dijo llorando a Graciela, su abuela materna, el más pequeño de los hijos de la mujer asesinada el 16 de enero de 2008, femicidio por el cual el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Zárate-Campana sentenció a perpetua a Arce y a su madre –como cómplice–, Elsa Aguilar, en un fallo ratificado por la Casación Penal bonaerense. Aguilar ya tenía el beneficio de la prisión domiciliaria.

La mamá de Rosana sólo puede ver a sus nietos fin de semana por medio. Hace siete años que reclama la tenencia de los hijos de su hija asesinada pero la Justicia de Familia de San Isidro todavía no resuelve.

“La Justicia hizo todo mal, nunca nos notificaron de que le iban a dar a Arce la domiciliaria. Es una vergüenza. Están obligando a mis sobrinos a vivir con un papá condenado por asesinar a su mamá”, dijo a Página/12 Oscar Galliano, hermano de la víctima. El abogado de la familia, Roberto Babington, pidió el viernes 13 la nulidad de la resolución, porque la jueza, al no notificarlos de la decisión, impidió que como particular damnificado la familia pudiera apelar. “No sabemos si fue por negligencia o desi-dia o algún interés, pero lo cierto es que no nos permitieron intervenir. Si no, hubiéramos llegado hasta la Corte para que Arce siguiera en la cárcel. Tampoco el fiscal apeló: lo notificó durante la feria. No sabemos por qué no lo hizo, ya que con anterioridad se había opuesto. Y así la medida quedó firme. Por eso pedimos la nulidad”, explicó a este diario Babington. El beneficio de la prisión domiciliaria, precisó, fue firmado por la jueza Elena Bárcena –integrante del TOC 2 pero que subrogó en este caso y se sumó a los del 1, junto a Daniel Rópolo y Raquel Slotolow–. “Es una barbaridad la decisión, no sólo porque no está demostrado que Arce esté enfermo, sino porque es una barbaridad que los chicos vivan con quienes mataron a su mamá”, agregó. En todo caso, indicó Babington, que sea trasladado a una unidad penitenciaria con hospital.

Oscar Galliano no puede entender la lógica de la Justicia: “Es inadmisible que los nenes estén viviendo con el asesino de mi hermana. El dijo que la iba a matar a ella, a los chicos y a mí. Ya mató a Rosana. ¿Tenemos que esperar que mate a los nenes para que la Justicia actúe?”, se preguntó. En 2014 la Asociación Civil La Casa del Encuentro presentó en Diputados un anteproyecto para que los femicidas condenados pierdan la patria potestad de sus hijos. “La Justicia y los diferentes poderes estatales no ven, no escuchan y no quieren hablar de los derechos de la niñez de los femicidios”, opinó Fabiana Túñez, presidenta de la ONG. En marzo, adelantó Túñez a Página/12, volverá a presentar la iniciativa.

De todos modos, no sería necesaria la aprobación de una nueva normativa para quitarle el ejercicio de la patria potestad a Arce, ya que está contemplada en el Código Civil su suspensión cuando haya razones que pongan en riesgo a los niños, explicó a este diario la abogada Diana Roseneck, de la ONG Shalom Bait, que trabaja con víctimas de violencia de género.