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El volcán chileno Calbuco seguía ayer bajo alerta roja por una posible “erupción inminente”, mientras en Neuquén se suspendieron tres vuelos por la ceniza que había levantado el viento del fin de semana. Autoridades argentinas y chilenas acordaron iniciar una nueva fase de la vigilancia volcánica binacional para dar “cobertura conjunta a los volcanes fronterizos”, informó el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) de Chile.

De acuerdo con los datos recogidos por el Observatorio Vulcanológico de los Andes del Sur, del Sernageomin, el Calbuco manifestó “un aumento de la actividad sísmica” que obliga a mantenerlo en “alerta roja”, lo que implica riesgo de erupción inminente.

El alerta roja del Calbuco persiste desde el 22 de abril, cuando hizo erupción, por lo que las autoridades ordenaron a la población no acercarse a menos de 20 kilómetros en torno al cráter.

A diferencia de días atrás, la situación era calma en el lado argentino de la frontera, donde la mayoría de las ciudades continuaban con operativos de limpieza y recolección de ceniza. En Neuquén, las ráfagas de viento del sudoeste llevaron cenizas volcánicas hacia la capital, por lo que a modo de prevención se suspendieron los últimos vuelos del domingo y uno de ayer a la mañana proveniente de Buenos Aires, aunque las actividades se normalizaron durante el día.

La ministra chilena de Minería, Aurora Williams, explicó que su país y Argentina intentarán “mancomunar los esfuerzos” de científicos para “robustecer lo que ya existe y ayudar a que Argentina también disponga de una red propia” para “disponer de información oportuna antes, durante y después de los ciclos eruptivos”.

El secretario de Minería, Jorge Mayoral, señaló que “en Argentina hay gran preocupación por este tema y por ello a esta mesa técnica acuden múltiples reparticiones públicas de nuestra nación” para “avanzar en la cooperación geocientífica entre ambos países”.