Alumnos de sexto grado de todo el país sesionaron ayer en el recinto de la Cámara de Diputados, en el marco del XXV Parlamento Nacional Infantil organizado por la Fundación Fundal y las autoridades de la Cámara baja. Allí, además de recordar que por años el Congreso permaneció clausurado por la última dictadura cívico-militar, los chicos pudieron exponer y plantear sus propias propuestas legislativas. Durante el año, los alumnos elaboran un anteproyecto y son ellos mismos los que eligen quién los representará, respetando la conformación de las Cámaras. La actividad cuenta con el apoyo de organismos internacionales como la ONU y Unicef.

Con motivo de realizarse el XXV Parlamento Nacional Infantil, niños de escuelas primarias de todo el país tuvieron su propia sesión en el Congreso de la Nación. En esta oportunidad, el encuentro fue presidido por la diputada nacional Carolina Gaillard (Frente para la Victoria-Entre Ríos), quien dio la bienvenida a los chicos y destacó la importancia de la participación política para cambiar la realidad. También reivindicó la recuperación de la democracia al recordarles que “este Parlamento en el que ustedes están ahora estuvo cerrado hace 30 años, porque hubo una dictadura que torturó y desapareció gente”.

El Parlamento Nacional Infantil es una iniciativa de la Fundación Fundal, Fundación para Crecer con Fe (Resolución IGJ Nº 00619), que tiene por objetivo que los niños y niñas comprendan y sean propulsores en sus provincias de la importancia de la actividad legislativa.

La sesión se inició formalmente tras entonar el Himno Nacional Argentino, tras lo cual el plenario fue abierto por Gaillard: “Es importante que estén acá y peleen por una sociedad más justa y equitativa. Si para ustedes es un sueño estar acá, para mí, con 33 años, también es un sueño ocupar una banca. Por eso es importante que se organicen y participen, porque uno solo no puede lograr cambios”, aseguró la diputada en el recinto, quien a continuación le dio la palabra a cada presidente de comisión.

Jonathan Graneros, de la provincia de Tucumán, quien presidió la Comisión de Ecología, pidió que se cumplan las normas vigentes en materia de cuidado del medio ambiente y propuso que se aumenten las multas para quienes incumplan las leyes en ese sentido.

Desde la provincia de Chubut, Abril Dracht, por la Comisión de Educación, propuso que el Ministerio de Educación efectúe más controles educativos para estudiar en condiciones adecuadas en todas las escuelas del país.

Por su parte, Ezequiel Almirón, de la provincia de Chaco, quien preside la Comisión de Medios de Comunicación Social, planteó la necesidad de que haya Internet gratis en todas las escuelas de la Nación y espacios en la Televisión Pública para que los chicos puedan expresarse.

Todos los proyectos planteados por los alumnos en el recinto fueron sometidos a la aprobación del pleno, como ocurre en los debates parlamentarios, y sus pares los aprobaron por unanimidad a mano alzada.

De 1991 a 2006, la Cámara de Diputados fue sede del Parlamento Nacional Infantil. A partir de 2007 se federalizaron los encuentros, realizándose en esa oportunidad en la provincia de San Luis. En lo sucesivo, la iniciativa se llevó a cabo en San Juan (2008), Misiones (2009), La Rioja (2010), Tucumán (2011) y en la provincia de Buenos Aires (2012).

Los niños y niñas trabajan en sus respectivas provincias durante el año preparando un anteproyecto y eligiendo democráticamente a los compañeros o compañeras que, respetando la representación provincial en ambas Cámaras, participarán en el Encuentro del Parlamento Nacional Infantil. En esta ocasión se conformaron diez comisiones por los diez temas que recorrieron todo el país. Luego comenzó el debate hasta obtener por consenso un Proyecto de Declaración de cada comisión. Cada uno fue leído, aprobado y entregado a las autoridades de la Cámara de Diputados de la Nación.

La actividad cuenta con múltiples distinciones, como el reconocimiento en 2003 ante el Comité de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente de la ONU sobre la labor de los niños argentinos, y cuenta con la adhesión de Unicef desde el año 1991. Además, desde 1994 tiene el auspicio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que resalta la importancia de esta actividad al permitir interiorizar a los niños y niñas argentinos acerca de los mecanismos institucionales de la vida democrática y la centralidad de los derechos de la infancia para la sociedad argentina.