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Tras comprobar que “la vida de los usuarios y operarios corría riesgo”, el juez en lo Contencioso Administrativo Roberto Gallardo clausuró ayer quince de los sesenta juegos del Parque de la Ciudad, ubicado en el barrio de Villa Soldati. Lo dispuso después de conocer las pericias realizadas por el Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal. Más tarde, el gobierno porteño decidió cerrar en forma preventiva todo el complejo y pidió una auditoría externa de la Facultad de Ingeniería de la UBA para comprobar el estado de cada juego. Las autoridades aseguraron que el personal del parque seguirá en funciones hasta que “la situación se normalice”.
A raíz de un juicio por daños y perjuicios iniciado por familiares de Hernán Fisccetti, un operario muerto mientras reparaba un juego en el 2001, la Defensoría del Pueblo porteña y la Asesoría Tutelar de Menores presentaron una denuncia y el juez Gallardo decidió comprobar el estado de las instalaciones del parque. El magistrado inspeccionó ayer, junto con peritos de la Policía Federal, las instalaciones del ex Interama y dispuso clausurar sus atracciones más importantes, después de comprobar que existían importantes deficiencias eléctricas, mecánicas y de seguridad. La montaña rusa, el samba, los autitos chocadores y el wildcat, entre otros, fueron declarados fuera de servicio.
A pesar de esta medida judicial, las autoridades del Parque de la Ciudad habían anticipado que el predio no cerraría al público durante el próximo fin de semana. “Nuestras principales atracciones no pueden ser utilizadas, es cierto, pero el complejo no fue clausurado. Al tener limitada nuestra oferta de juegos pensamos no cobrar la entrada”, remarcó a Página/12 Raúl Reyes, director administrativo del complejo. Pero al conocer la medida cautelar de juez, el gobierno porteño decidió “cerrar preventivamente el Parque de la Ciudad” y auditar los sesenta juegos que posee, incluso, aquellos que superaron los peritajes técnicos que se efectuaron ayer.
“Queremos garantizar la seguridad de todos los chicos que concurran al parque y también la de sus operarios. A pesar del cierre, la fuente de trabajo está garantizada. Nadie será despedido”, aseguró el director de Espacios Públicos de la ciudad, Jorge Giberti, tras considerar que las fallas en los juegos “no son demasiado graves”.
Sin embargo, Eduardo Fachal, jefe de control comunal de la Defensoría del Pueblo, que acompañó la inspección realizada por Gallardo, afirmó que “existían importantes fallas mecánicas y de seguridad en los juegos clausurados. Hay problemas eléctricos que pueden generar descargas y faltan matafuegos en lugares claves, y otros están vencidos. La vida de los chicos y de los operarios está en serio peligro”, remarcó.
Al conocer que existían denuncias sobre el precario estado de los juegos del parque y debido a que una gran cantidad de chicos concurren al lugar cada fin de semana, la Asesoría Tutelar de Minoridad decidió presentarse de oficio en la causa y participar en la inspección junto con el juez Gallardo. “Comprobamos, junto con los peritos, que el parque, tal como está ahora, es un peligro para los chicos. La medida del magistrado fue correcta”, consideró Gustavo Moreno, defensor oficial de menores de la ciudad.
“Hacemos lo que podemos para mantener el parque en buen estado. Pero disponemos de un presupuesto muy bajo: 200 mil pesos por año. Para mantener este predio en las condiciones ideales necesitamos mucho más. Sería una pena que la ciudad perdiera su único parque de diversiones”, afirmó Reyes.
Producción: Leonardo Castillo.