Bajo la consigna “Ni un peso menos”, los profesionales del Hospital Garrahan convocan a un nuevo abrazo.

A pesar de que está obligado por un decreto vigente desde el año 1989 (ver nota aparte) a aportar el 50 por ciento de los fondos presupuestarios necesarios para el funcionamiento del Hospital Garrahan, el gobierno porteño “ha incumplido con su responsabilidad en cinco de los ocho años de la gestión macrista”, según un informe presentado por el bloque Nuevo Encuentro al que tuvo acceso Página/12. Luego de soportar dos años de incumplimiento, los trabajadores del hospital de pediatría más importante del país iniciaron una demanda judicial en el año 2010 y la jueza Elena Liberatori instó al gobierno de Mauricio Macri a saldar esa deuda.

Ante la falta de respuesta por parte del Ejecutivo porteño, la magistrada trabó un embargo sobre sus cuentas por el monto adeudado. A partir de entonces, en 2012 y 2013 el macrismo cumplió con sus compromisos presupuestarios. Sin embargo, a partir de 2014 no sólo volvió el incumplimiento, sino que la proporción de los fondos no transferidos fue creciente. Mientras que en 2014 no aportó el 14 por ciento de los fondos comprometidos (126 millones de pesos de un total de 900 millones), la proporción del incumplimiento llegó al 25 por ciento en el año en curso.

Esto significa, según el informe de Nuevo Encuentro, un total de 340 millones de pesos, sobre un compromiso total incumplido de 1324 millones. Sumando estos dos años, el Gobierno de la Ciudad no ha transferido más que 467 millones de pesos que tenía comprometidos.

El comportamiento “contrasta con el del Estado Nacional, que todos los años ha transferido debidamente los fondos comprometidos”, aseguró el informe difundido por Nuevo Encuentro.

De acuerdo con la información, el desfinanciamiento del Garrahan “se inscribe en el marco de una política general de abandono presupuestario de la salud por parte del PRO”. En ese sentido se afirmó que “el macrismo ha disminuido la porción del presupuesto destinada a tal área, del 22,18 por ciento del total en el año 2010, al 18,18 por ciento en 2015”. En el caso particular del Garrahan “los funcionarios del PRO aducen un nuevo argumento para justificar su desatención, según el cual el Gobierno de la Ciudad no debería financiar al hospital en la medida en que lo hace, debido a que la mayoría de sus pacientes no son porteños”.

Recordaron que en declaraciones a Radio Mitre, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, afirmó que el Garrahan es un hospital “que lo mantenían la provincia de Buenos Aires, la Ciudad y la Nación, pero desde que arrancamos nosotros la provincia se borró y dijo ‘no pongo más’, cuando es el que más lo usa”. Sobre este punto se señaló que “se incurre en un error porque la provincia no tiene la obligación de financiar al Garrahan”.

El mismo argumento fue sostenido en noviembre de 2010 por el entonces ministro de Salud de la Ciudad, Jorge Lemus, quien al defender el proyecto de presupuesto para el 2011 aseguró que estaban “dispuestos a discutir este financiamiento”, del hospital de pediatría, aunque aclaró que eso no significaba “ahorrar plata, sino hacer justicia con el resto de nuestros hospitales y con la gente que atienden” porque en el Garrahan “solamente se atiende un 15 por ciento de nuestra jurisdicción y el resto son de otras jurisdicciones (...) esta es plata que nosotros no estamos ofreciendo al resto de nuestro sistema de salud”.

En el informe de Nuevo Encuentro se señaló que “esta noción implica una escandalosa falta de solidaridad del macrismo con los miles de niños y niñas que vienen a atenderse desde todas partes del país a este hospital insignia”. Agregó que “la salud pública no sólo debe ser gratuita, sino también incondicionalmente universal y no restringida por razones jurisdiccionales ni de ningún otro tipo”.

En este sentido se precisó que así como “en efecto, el Gobierno de la Ciudad financia el 50 por ciento del presupuesto de un hospital cuyos pacientes no son todos porteños; los ingresos que la jurisdicción percibe tampoco son generados únicamente por porteños”. Por ejemplo, la Ciudad “recaudó en 2014 más de 40.000 millones de pesos a través del impuesto por ingresos brutos, el cual representa el 63 por ciento del total de los ingresos percibidos por la jurisdicción, dicho impuesto se nutre del aporte del conjunto de los trabajadores que se desempeñan en la Ciudad; y de ese total, el 48 por ciento vive en el Gran Buenos Aires”.

Esto significa que “una proporción muy importante de los ingresos que percibe el Ejecutivo porteño es generada por las mismas personas a las que Macri pretende cobrarles la atención en el Hospital Garrahan”. Bajo la misma lógica, el Ejecutivo porteño “también debería desfinanciar otros servicios que no son utilizados únicamente por porteños, como el subte, las autopistas, o incluso el mantenimiento de las calles de la Ciudad”.

También se hizo mención a las declaraciones del actual jefe de Gabinete y futuro jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, quien sostuvo que “en el Garrahan ‘sabían de antemano el presupuesto y son ellos los que deben ajustarse’”. Para corroborar esa postura “la bancada del PRO presentó en la Legislatura porteña un proyecto de pedido de informes solicitando información sobre los gastos y las contrataciones del hospital, buscando instalar la idea de que han gestionado mal su presupuesto”.

En relación a este punto “entre los años 2011 y 2014 se realizaron auditorías sobre los estados contables del Hospital, que evaluaron el estado de la situación patrimonial, de recursos y gastos, de la evolución del patrimonio neto, y del flujo de efectivo. Y todas ellas (incluida la elaborada por el síndico general de la Ciudad en 2012) concluyeron que la gestión de los recursos ha sido correcta”.