SOCIEDAD › LA SITUACION POR LAS LLUVIAS Y LA AMENAZA DEL DENGUE

Mejora Entre Ríos, se complica Chaco

La situación por el desborde de los ríos Paraná y Uruguay comenzó a mejorar en la provincia de Entre Ríos, donde más de 12 mil personas permanecen evacuadas, mientras se complicó el panorama en el Chaco, por lo cual pidieron refuerzos para trasladar a pobladores aislados. En tanto, el ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, reconoció que las intensas lluvias en el litoral y noreste argentino “complican la situación del dengue”.

En Concordia, la ciudad más afectada por las inundaciones y donde más de 10.000 personas siguen sin poder regresar a sus hogares, el río Uruguay volvió a bajar y se ubicó en 13,38 metros, por lo que comenzó el operativo retorno. El intendente Enrique Cresto dijo que unas 500 personas alojadas desde hace diez días en centros de evacuados empezaron a regresar a sus hogares e indicó que a cada familia se le entregó un kit para realizar las tareas de limpieza en las viviendas que quedaron bajo el agua.

En tanto, la Prefectura Naval Argentina informó que el río Paraná comenzó a bajar en la costa oeste de Entre Ríos y se mantiene estacionario tras semanas de crecida, mientras el río Uruguay continúa en descenso a la altura de los puertos entrerrianos de la zona este.

En el Chaco, el Paraná subió 6 centímetros y el nivel se ubicó en 7,08 metros a la altura del puerto de Barranqueras, lo que complicó la situación en la provincia, donde el número de evacuados supera las 6000 personas.

En Santa Fe, unas 1500 personas continúan fuera de sus hogares, mientras el Paraná presentó una baja leve a la altura del puerto de la capital santafesina.

Las lluvias, por su parte, complicaron la situación del dengue en el norte del país. “Si bien el dengue ya era un problema antes, ahora se refuerza por las lluvias; pero es el mismo brote de dengue que ya teníamos y que está siendo controlado”, afirmó Lemus tras mantener una reunión con los ministros de salud de cinco de las seis provincias que integran el Consejo Regional de Salud del Noreste (Coresa).

Según explicó, las lluvias multiplican los espacios de agua limpia donde se reproducen los mosquitos y lavan los suelos de los químicos de fumigación.

“Por otro lado, la situación periférica de los vecinos Paraguay y Brasil no son las mejores, por eso tenemos que cuidarnos todavía más”, dijo rodeado de sus pares de las provincias de Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa y Misiones, y de la directora de prestaciones de Salud de Formosa, con quienes analizó los problemas sanitarios que sobrevienen con el descenso de las aguas.

Por otro lado, Lemus advirtió que si bien no puede hablarse de brotes de chikingunya y zika, es previsible que aparezcan casos de estas enfermedades ya que se transmiten también a través de la picadura del mosquito Aedes aegipti. “En los tres casos enfrentamos un solo enemigo que es el vector y todo se reduce a evitar la reproducción del mosquito”, sostuvo.

Según informaron los ministros provinciales que participaron del encuentro, como producto de las inundaciones permanecen evacuadas o autoevacuadas casi 40.000 personas: 12.000 en Chaco, 1400 en Santa Fe, 4900 en Formosa, 1000 en Corrientes y 20.000 en Entre Ríos.

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