Un niño de seis años murió atropellado por un patrullero cuando festejaba su cumpleaños, en la localidad bonaerense de Villa Ballester. Por el atropellamiento fueron detenidos los dos uniformados que se trasladaban en el móvil policial, según informaron fuentes de la investigación.

La tragedia tuvo lugar el sábado por la noche, alrededor de las 23.30, sobre la intersección de las calles Agustín Alvarez y Mendoza, en el asentamiento Villa La Rana, del partido de San Martín. Desde la Bonaerense informaron que un patrullero avanzaba por la zona sin perseguir a nadie y con las luces encendidas. En ese preciso momento, el chiquito, identificado como Luciano Alt, fue embestido por el patrullero ocupado por los dos uniformados.

Siguiendo con la versión del “yonofuí”, los policías descendieron en ese momento del auto, tomaron al niño y, sin que la versión lo explique, lo subieron a otro patrullero que avanzaba detrás en lugar de continuar ellos hasta el hospital zonal. En este segundo móvil trasladaron al niño hasta el hospital, donde falleció como consecuencia de las lesiones sufridas.

La versión policial, y parte del asunto, difiere del relato de vecinos y familiares.

Los peritajes del hecho quedaron en manos del Cuerpo de Peritos de la Gendarmería Nacional. Según las primeras evaluaciones, el patrullero que embistió a Luciano avanzaba a 16 kilómetros por hora. El uniformado que conducía el móvil, un oficial de 28 años, y su acompañante, un teniente de 50, fueron detenidos y quedaron a disposición de la fiscal Ana De Leo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 del Departamento Judicial San martín, que hoy los indagará por el delito de “homicidio culposo”.

Según los familiares del niño, la versión difiere de la oficial: el patrullero avanzaba sin luces y, tras embestir al niño, siguió de largo sin prestarle asistencia.

Al respecto, los investigadores analizaban las cámaras de seguridad de la zona para determinar fehacientemente las causas del atropellamiento.

“Iban siguiendo un auto, pasó un patrullero que venía a no sé qué velocidad con las luces apagadas, sin sirenas y aceleró de repente”, señaló a la prensa Analía, la madre del pequeño Luciano.

La mujer negó que lo hubieran atendió y que el patrullero tuviera las luces encendidas. Según ella, su hijo estaba jugando con los chicos de la cuadra cuando “lo pisaron, pararon y siguieron”.

“Pararon en la esquina y dijeron que se fueron porque la gente los insultó pero era mentira, hubo un grupo de gente que se acercó a ver”, aseguró la madre del chico, quien contó que tras el choque “estaba todo mal”.

Analía dijo que le dio un beso a Luciano y éste estaba “todo golpeado, empezó a vomitar, le sangraba la nariz y la oreja”.

La mujer contó que hace dos días, antes de las 22, “estaba en la otra cuadra” cuando pasó un auto robado y “la policía a contramano sin luces y sin sirenas”. “Atendía hacen eso, antes no, vienen con las luces apagadas y sin sirenas”, denunció la mujer apuntando contra la Bonaerense.

La madre de Luciano agregó que “cinco minutos antes” de que su hijo fuera atropellado estaban preguntándose con su marido qué mochila le iban a comprar “porque empezaba primer grado”,

“Nadie se puede imaginar que a una criaturita de seis años por jugar le pase lo que le pasó”, sostuvo con lágrimas en los ojos.

En tanto, Pablo, padre del niño afirmó que para él “son culpables los dos policías” porque el acompañante “tampoco tuvo la intención de bajarse” y ambos “siguieron y lo dejaron tirado en la calle”.

El intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, visitó a la familia para “acompañarla en el pedido de Justicia” y pidió que “todos los responsables sean apartados”.

“Es muy importante que ellos (los padres del niño) tengan la garantía de que la Justicia va a esclarecer este hecho y saber exactamente y con mucha precisión cómo ocurrieron las circunstancias para que todos los responsables sean apartados”, dijo el jefe comunal durante una conferencia de prensa.

Katopodis sostuvo que “la provincia de Buenos Aires tiene que revisar los procedimientos y el accionar” de la Bonaerense en sus “distintas intervenciones”. La Bonaerense depende del Ministerio de Seguridad de la provincia, a cargo de Carlos Ritondo.

“Estamos convencidos de que hoy lo único que podemos hacer es acompañar a la familia en el dolor y también acompañarla en este pedido de Justicia”, expresó el funcionario.

El intendente aseguró que está en contacto “con la provincia y con la fiscalía” para garantizarle a la familia la investigación “a fondo y que se esclarezca e identifiquen a los responsables”.

Hace una semana y en la misma Beatriz Zampella (82) murió atropellada por un patrullero con dos uniformados a bordo que iba de contramano sin luces ni sirenas y chocó a un camión previamente.