SOCIEDAD

Asalto con picana incluida a una mujer en su casa de Mar del Plata

Ocurrió en Villa Primera. Dos ladrones picanearon a una docente para que contara dónde estaba la plata. En la casa estaban sus hijos de 9 y 13 años. La mujer se salvó porque saltó la térmica. El debate por la inseguridad en la costa.

La salvó la llave térmica. Esa fue la conclusión de los investigadores sobre el robo donde intentaron picanear a una mujer, que estaba con dos hijos, de 9 y 13 años, en su casa de Mar del Plata. En la ciudad turística se difundieron ayer otros tres asaltos en domicilios, pero desde diversos niveles gubernamentales vinculados a la seguridad afirmaron que no se trata de un incremento de robos sino de la mayor difusión que tienen estos hechos. El secretario de Seguridad, Norberto Quantín, remarcó que él puede “combatir el delito, pero no la sensación de inseguridad”.
Entre el lunes y el martes pasado, cuatro familias fueron asaltadas en distintos barrios de la localidad balnearia. En el más grave de los casos, Mónica Odriozola (una maestra de 45 años) regresó a su casa a las 10, luego de dar un paseo en bicicleta, y fue sorprendida por dos ladrones que la estaban esperando dentro del inmueble. Le exigieron dinero, pero la mujer se negó. Entonces los delincuentes le arrojaron agua e, imitando a los militares de la última dictadura, intentaron picanearla con el cable de una plancha. La salvación fue la llave térmica –que corta el suministro cuando ocurre un cortocircuito–, que interrumpió la corriente.
“Tiene lesiones leves y estuvo en estado de shock, por lo que aún no se conocen los detalles. Lo que sabemos es que tuvieron todas las intenciones de torturarla, pero gracias a la instalación eléctrica se cortó la luz en la casa, ella le dio todo el dinero que tenía (900 pesos, 800 dólares y algunas joyas) y se fueron”, explicó una importante fuente de la investigación.
Los cuatro hechos se produjeron entre las 6 del lunes y las 10 de ayer. Con el antecedente de los dos robos de Pinamar, ocurridos en los últimos días en viviendas donde se alojaban turistas, los casos tuvieron amplia repercusión. Todos los niveles del área involucrada desmintieron que haya una “ola de inseguridad”: “Yo puedo combatir el delito, pero no puedo combatir la sensación de inseguridad”, insistió el secretario de Seguridad y destacó que “hay 500 hombres de Prefectura en la costa que ayudan al Operativo Sol y el hecho de que nos estemos ocupando de los lugares más calientes del conurbano permite a la policía bonaerense trasladar más agentes a la costa”.
Por su parte, el titular de la Jefatura Departamental de Mar del Plata, Carlos Aijembon, aseguró que en esa ciudad “hay un índice de delito más bajo que el promedio que se maneja en la provincia”. En el mismo sentido, el subcomisario Gustavo Ferreyra, que intervino en el caso del intento de tortura, destacó que “este año hay una baja considerable en el delito. No tengo números estadísticos ni porcentajes exactos, pero nuestro termómetro son las guardias y las denuncias: hay una gran baja”.
“Hace 22 años que trabajo en Mar del Plata y, si bien no es común un hecho de estas características, en casos similares nunca vi semejante repercusión en los medios”, advirtió el responsable de la Comisaría 4ª, con jurisdicción en la zona. En el hecho descartaron que haya intervenido una banda organizada (como ocurrió en los casos de Pinamar) sino más bien “rateros”. Algunos indicadores en ese sentido son que los ladrones llegaron caminando, no tenían elementos para atar a sus rehenes –buscaron cables y sogas en el fondo de la casa– y huyeron en bicicletas que le robaron a la mujer. “Ninguna banda organizada se va de un asalto en bicicleta”, remarcó el subcomisario y explicó que la mujer y su esposo, un empleado bancario de la ciudad, habían vendido un auto hacía poco tiempo y estaban buscando adquirir uno nuevo en efectivo, dato que conocían varias personas en el barrio. “Alguien escuchó cantar el gallo y aprovechó”, resumió el efectivo.
Por otra parte, en el barrio Las Avenidas, una pareja de ancianos fue asaltada a las 6 del lunes por dos delincuentes que los sorprendieron dormidos y, tras golpear al hombre, les robaron casi 20 mil pesos. El mismo día, pero a las 23 y en el barrio Libertad, una mujer fue asaltada por tres delincuentes armados que se llevaron una computadora, un televisor y un minicomponente. También el lunes, una pareja fue robada ensu casa del barrio San José por cinco ladrones armados que irrumpieron en el lugar. Los delincuentes se llevaron dos mil pesos, dos equipos de música, dos teléfonos celulares, joyas, una computadora y una pistola calibre 22.

Informe: Darío Aranda.

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La casa de Mónica Odriozola, en Villa Primera, un barrio de clase media de Mar del Plata.
 
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