La Justicia porteña frenó las obras iniciadas por el Gobierno local en el sitio conocido como “El Corralón de Floresta” a pedido de un grupo de vecinos que cuestionó la intervención en el predio, que implicaba la remoción de suelo contaminado, porque desconfiaban de la posibilidad de volver a ingresar en el espacio sobre el cual se proyecta una plaza cultural. El juez Guillermo Scheibler dictó una medida precautelar ante el amparo colectivo impulsado por varias agrupaciones civiles contra el proyecto de puesta en valor del predio ubicado entre la avenida Gaona y las calles Gualeguaychú, Morón y Sanabria. El recurso fue elevado ante el inicio de las obras que pretendía llevar a cabo el Gobierno de la Ciudad en el predio, donde se iba a realizar una “remediación del suelo” por 60 días tendiente a remover algunos tanques de combustibles que están enterrados allí y retirar un techo con asbesto, un proceso altamente contaminante. Para un grupo de vecinos, el desalojo del espacio aconsejado por la Agencia de Protección Ambiental para las tareas de descontaminación “conllevaría al cierre del predio y la suspensión de las actividades que se llevan a cabo, desde hace una década en el inmueble reconvertido por los vecinos en un espacio cultural”. El Gobierno de la Ciudad apunta a ejecutar allí un plan mayor que contempla diversas iniciativas, entre ellas, una cancha de fútbol, un espacio recreativo para la escuela y también un sector donde permanecerán las organizaciones.