SOCIEDAD › EL GOBIERNO PLANEA ABANDONAR MICROSOFT Y PASAR AL SOFTWARE LIBRE
La era del pingüino llegó a las PC
En cinco años, todas las computadoras del gobierno nacional tendrán como sistema operativo el software gratuito de Linux. Por lo pronto, ya no habrá obligatoriedad de usar Windows.
Un único portal del Gobierno desde donde se pueda acceder a todas las dependencias del Estado, donde para hacer cualquier trámite nacional no se tenga que atravesar una cola de dos horas, en un día con suerte: éste es el principal objetivo de Gobierno Electrónico, el plan de informática oficial que, en cinco años, pretende tener en funcionamiento un único sitio web estatal, basado en el sistema gratuito Linux. Este software avanza a paso firme en todas las aplicaciones del Gobierno, mientras Microsoft pierde cada vez más protagonismo en el escenario virtual oficial. En un claro gesto que se encamina hacia la utilización del Linux en la Argentina, el director de la Oficina Nacional de Tecnologías de la Información (ONTI), Carlos Achiary, anunció a Página/12 que en los próximos 15 días eliminará la obligación que existe en los estándares del Estado de usar el sistema Windows, de Microsoft, e incluirá a Linux entre los sistemas recomendados. Este compromiso se traduce en un espaldarazo al sistema gratuito, enmarcado en la iniciativa del “software libre”.
¿Cuál es la principal diferencia con Microsoft? Además de ser gratis, el sistema creado por el finlandés Linus Torvalds en 1991 tiene códigos abiertos, lo que permite adaptarlo a necesidades particulares y conocer cómo opera el sistema desde su interior. De esta manera, el plan del Gobierno apunta a dejar de pagar licencias a Bill Gates para alcanzar un sistema que esté desarrollado por sus propios expertos en informática. “La intención es que Linux avance en todas las aplicaciones del Estado, éstas son las páginas web, las bases de datos, los sistemas operativos de escritorio y los trámites que se puedan hacer mediante Internet”, explicó el director general de Informática de la Nación, Eduardo Thill, a Página/12, durante el Sexto Encuentro Nacional de Software Libre llevado a cabo la semana pasada.
El funcionario señaló que el sistema, simbolizado por un pingüino, “es una plataforma de código abierto que alimenta y que irá avanzando en el plan de Gobierno Electrónico. La idea es, por primera vez en la Argentina, delinear una política informática”. Este fue uno de los planteos formulados en el encuentro organizado por el Ambito de Software Libre en el Estado (ASLE) y por Software Libre Argentina (Solar), una asociación civil creada a comienzos del año pasado, integrado por profesionales de diferentes rubros que buscan promocionar esta iniciativa en el país. “Esta alternativa es la manera de luchar contra los grandes monopolios”, afirmó el director de la Fundación Vía Libre, Federico Heinz, uno de los panelistas durante el encuentro.
Funcionarios del Gobierno y las asociaciones vinculadas al Software Libre coinciden en el “espectacular” ahorro alcanzado a partir de la utilización de máquinas con sistemas Linux. Según aseguró Achiary, cada máquina comercializada con el sistema Windows incluido puede llegar a costar hasta 300 dólares más que una con Linux. Este número se eleva a cifras millonarias al trasladarlo a los cientos de computadoras que se instalan en empresas y dependencias del Estado. De todas formas, Achiary resaltó que para estimar el ahorro “también hay que tener en cuenta los costos de recapacitación y de cambios en el sistema que requiere la migración a Linux”.
Luego de explicar los alcances de Gobierno Electrónico y de anunciar que este año se implementará la firma digital, Achiary sostuvo durante el encuentro que “la AFIP, por ejemplo, ya avanzó mucho en materia de software libre. Y desde el Gobierno pretendemos que sea política de Estado para mejorar los servicios del ciudadano y optimizar la transparencia de la gestión. Con el plan electrónico se podrá saber cómo compra el Estado y lograr una mayor integración”. “Yo vengo de la actividad privada y cuando tenía que recomendar un sistema, optaba por el Linux porque tiene una gran capacidad para resolver problemas”, enfatizó Achiary.
Así, lo que parecía ser un secreto a voces se convirtió casi en orgullo nacional. Thill aún recuerda cuando lo trataban “de loco” cada vez que mencionaba la intención de implementar el sistema Linux en el Estado. “Nos decían en secreto que usaban software libre”, reseñó Heinz, quien también instó a “ponerse a trabajar para implementar este sistema, ya que todos estamos de acuerdo en su utilización”. De todos modos, admitió que “vamos a encontrar obstáculos regulatorios y de planificación, además de fuertes presiones”.
El Linux ya fue implementado en el ámbito del Ministerio del Interior por dos puestos de frontera y por varias grandes empresas, como Loma Negra. Sin embargo, en el Estado, la iniciativa de volcarse a otro sistema no parece una decisión fácil. Según Thill, “el 60 por ciento de las organizaciones gubernamentales no tienen una estructura formal en informática. El 40 por ciento destina hasta un 3 por ciento de su presupuesto para informática; el 45 por ciento deriva hasta un 5 por ciento; y son contados con los dedos los que tienen un porcentaje mayor”.
Informe: Maricel Seeger.