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El paro que afecta a las cinco líneas de subterráneos porteños y el servicio de Premetro podría extenderse durante todo el fin de semana largo. Eso aseguraron ayer los delegados gremiales opositores a la conducción de la Unión Tranviaria Automotor (UTA). La medida se inició en la tarde del viernes, en rechazo a la firma de un acta-acuerdo entre la UTA y Metrovías, el jueves pasado. Roberto Piarelli, uno de los opositores, exigió que la empresa “detenga la introducción de máquinas expendedoras de boletos e inicie una negociación en regla para otorgar las 6 horas a los boleteros”. El conflicto se agravó luego de que la empresa decidió enviar telegramas de despido y de desafuero al personal que adhirió a la medida de fuerza. Metrovías realizó una denuncia judicial para que los trabajadores que impiden el servicio sean desalojados. Los delegados opositores, por su parte, presentaron una denuncia ante un Juzgado de Instrucción en Tribunales acusando a la empresa por “lock out patronal y privación ilegítima de la libertad a los trabajadores reiterada” ante la decisión de impedir la entrada y salida de los trabajadores en las cinco líneas.