SOCIEDAD › POR EL ASALTO DONDE DEJARON UNA GORRA POLICIAL
Tres sospechosos en prisión
El robo a la parrilla Rivadavia, en Barrio Norte, donde la banda había dejado como mensaje una gorra de la Bonaerense, parece comenzar a aclararse con la detención de tres hombres que habrían participado del asalto. La Policía Federal informó que el domingo pasado detuvo en Avellaneda al primero de los sospechosos y ayer apresó en la ciudad de San Juan a otras dos personas, presuntamente relacionadas con el hecho. El asalto, ocurrido hace una semana, fue el primero de una seguidilla de casos ampliamente difundidos.
Voceros de la Federal revelaron que el primer detenido fue capturado el domingo último en la localidad de Villa Corina, partido bonaerense de Avellaneda. A partir de esa primera detención, los investigadores determinaron que los posibles cómplices estaban en la provincia de San Juan.
Desde la Federal señalaron que los tres detenidos “son delincuentes comunes y ninguno de ellos integró ninguna fuerza de seguridad”. Sin embargo, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, igual relacionó ese hecho con el robo que ayer sufrió el asesor presidencial José María Salvini (ver pág. 2). El funcionario también señaló que ambos episodios podrían haber sido instigados por policías recientemente desplazados de la fuerza.
El caso del restaurante Rivadavia es investigado por la jueza de instrucción porteña Mónica Berdion de Crudo y el fiscal Justo Rovira, quienes indagarán a los sospechosos con el fin de determinar su situación procesal. El hecho ocurrió el 27 de mayo pasado, alrededor de las 21.30, en el restaurante ubicado en Sánchez de Bustamante al 2600, donde entre la decena de comensales cenaban el presidente y el vice del Banco Central, Alfonso Prat Gay y Pedro Lacoste, respectivamente.
Cuatro hombres que cenaban en una mesa se levantaron después de comer y amenazaron a empleados y clientes con armas. Uno de los ladrones tenía en sus manos una ametralladora y una granada, con la que amenazó con “hacer volar” el lugar si los presentes no obedecían sus órdenes. Los delincuentes actuaron con total tranquilidad, se apoderaron de unos 2000 pesos de la recaudación del restaurante y luego robaron uno por uno a los comensales, a quienes les pidieron que depositaran todas sus pertenencias de valor sobre las mesas. A Prat Gay le robaron 140 pesos de su billetera y, a Lacoste, 100. Luego, huyeron en un Peugeot 505, propiedad de uno de los clientes.