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Los colegios privados de la ciudad de Buenos Aires que reciben subsidios del Estado aumentarán las cuotas en un promedio del 9 por ciento, lo que representa entre 3 y 16 pesos, según los casos. El incremento obedece al aumento salarial que hace dos meses otorgó el gobierno porteño a los docentes de su jurisdicción. El aumento de las cuotas comprende a unos 400 establecimientos porteños que reciben subsidios que van del 100 al 40 por ciento. En cuanto a los que no reciben aportes del Estado, también habrá aumentos, aunque en este caso el criterio del incremento lo fija cada colegio, ya que el Estado no regula las bandas arancelarias. Desde la Asociación Defensa del Consumidor (Adecua) señalaron que el aumento motivará un aluvión de denuncias porque “no se puede trasladar a la cuota que pagan los padres los incrementos salariales de los docentes”.
El decreto del gobierno porteño autoriza a incrementar las cuotas pese a que cada padre, al iniciar el ciclo lectivo, firma un formulario por el cual el colegio anuncia los aumentos en las cuotas previstos para todo el año y se compromete a mantenerlas fijas. Sin embargo, el director de gestión privada del gobierno porteño, Gerardo Suárez, explicó que “en el formulario se especifica que, en los colegios subvencionados, los incrementos en el valor de las cuotas estarán sujetos a las modificaciones que establezca cada jurisdicción”.
El funcionario destacó que el aumento “fue consensuado en una comisión de aranceles tripartita que integraron representantes del Estado, entidades que agrupan a colegios y una comisión de padres”. “El criterio que se adoptó –explicó– fue el de ajustar un promedio de un 9 por ciento la banda arancelaria de los colegios con aporte estatal, lo que implica un aumento de entre tres y 16 pesos, de acuerdo con el porcentaje del aporte.”
El motivo del aumento de las cuotas es el incremento salarial otorgado a los docentes porteños hace dos meses por el Gobierno de la Ciudad. La situación fue criticada por Sandra González, titular de la Asociación de Consumidores (Adecua), quien aseguró que “motivará un aluvión de denuncias porque no se puede trasladar a la cuota que pagan los padres los incrementos salariales de los docentes”.
González destacó que “es erróneo pensar que aquellas familias que mandan a sus chicos a un colegio privado tienen la capacidad para absorber este incremento, y el ejemplo está en que cada vez más se incrementan las matrículas de las escuelas públicas”. González indicó que, pese a ello, “una familia, en tren de ahorrar, lo último que deja de pagar es la cuota del colegio o de un plan de medicina prepaga, aunque muchos optan por pasar, en este caso, a un plan más económico”.
Tras reclamar participación de las entidades de consumidores en estas decisiones, González precisó que los problemas más frecuentes se originan en que la escuela “no deja entrar al chico a clase porque sus padres no pagaron la cuota o señala al alumno como deudor frente a todos sus compañeros”.
El titular de la Asociación de Entidades Educativas Privadas de la Argentina (Adeepra), Néstor Barallobres, aclaró que el incremento “si bien no cubre la totalidad de los costos que tienen los colegios privados, es lo mejor que se puede pedir”. El dirigente destacó que existe una reglamentación que autoriza a incrementar las cuotas “sólo si hay un aumento en los salarios de los docentes”, pero aseguró que “el incremento es realmente bajo por lo que pasará inadvertido”.
Barallobres aseguró que “no todos los colegios con aporte estatal trasladarán este ajuste a las cuotas si es que no lo consideran viable, ya que se está a punto de terminar el año”. Y agregó que “una gran cantidad de colegios trasladará el incremento para el próximo ciclo lectivo”. En la ciudad de Buenos Aires se registró un incremento el año pasado en las cuotas de los colegios privados con subvención estatal del orden del 8,28 por ciento promedio, en virtud del decreto 260. que así lo autorizaba.