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La detención de un hombre que abusaba sexualmente de menores de sectores medios a los que captaba a través de Internet llevó ayer a la Policía Federal a brindar una serie de consejos para padres y chicos dirigidos a prevenir ese tipo de situaciones. Las víctimas eran todos varones, de 11 a 17 años, con problemas afectivos familiares. El pedófilo los contactaba en chats y se ganaba su confianza obsequiándoles regalos costosos como computadoras, indumentaria y teléfonos celulares. En distintos allanamientos se le secuestró gran cantidad de material de pornografía infantil, entre el que había fotografías de las víctimas, desnudas y en posiciones sexuales, según informó ayer el comisario Arturo Balsalobre, a cargo de la División Delitos contra Menores, que realizó la investigación del caso.
La pesquisa, que terminó en la detención del programador y técnico de PC, llevó más de dos años, precisó a Página/12 el subcomisario Víctor Arriazu, de Delitos contra Menores. La causa, a cargo de la jueza de Instrucción Nº 42 de Capital Federal, María Gabriela Lanz, acumuló unos ocho cuerpos. El hombre es soltero, tiene 30 años y frecuentaba la sede de la Unión Cívica Radical de la calle Alsina al 1700, donde tenía varios amigos y conocidos. En realidad, se trata de un fabulador: se hacía pasar por asesor en el Senado y por programador de PC. Hasta se candidateaba a jefe de Gobierno en una insólita página de Internet. Ahora está imputado del delito de “corrupción de menores”, entre otros.
“Tiene muchos conocimientos informáticos, muchos vínculos con cibercafés y con servidores de Internet. Tenía varios buzones de mensajes y, curiosamente, una página web dedicada a la defensa de los derechos de los chicos de la calle”, señaló Arriazu. A pesar de que había múltiples denuncias en su contra, su detención demoró varios meses porque el hombre vivía en hoteles y cambiaba permanentemente de domicilio.
Las víctimas tenían como denominador común que pertenecían a familias de clase media de la ciudad de Buenos Aires, con padres divorciados o que trabajaban muchas horas. “Captaba menores con desavenencias familiares. El se ganaba su confianza, les brindaba contención, les daba regalos, y terminaba llevándolos a hoteles familiares de Balvanera, Congreso o Constitución, donde los hacía pasar por sus hijos. El no los penetraba sexualmente sino que los menores lo penetraban a él. Y les sacaba fotos desnudos o en posiciones sexuales”, agregó el subcomisario. La policía determinó que operó con esta modalidad durante unos cuatro años, por lo que se sospecha que la cantidad de víctimas superaría las veinte. Además del material de pornografía infantil se le secuestraron fichas de afiliación del partido radical, indicó Arriazu.
A partir de este caso, la División Delitos contra Menores elaboró una serie de recomendaciones que dio a conocer ayer en una conferencia de prensa. Para los padres: “Coloque en su casa la computadora en un lugar de acceso común; preste especial atención para que su hijo/a no facilite ningún dato vía Internet con el que puedan identificarlo ni envíe su foto; asegúrese de que el cibercafé (si su hijo concurre a alguno) cuente con equipos aptos para menores, es decir, con filtros que no le permitan el acceso a sitios pornográficos”. Las medidas de prevención para los adolescentes incluyen que no se citen con “amigos virtuales”; si reciben un mail con material pornográfico, que bloqueen el remitente y se lo comenten a sus padres; que presten especial atención en los cibercafés.