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Por primera vez en su historia, la noche de Buenos Aires incorporó un nuevo atractivo que hasta la madrugada de hoy había movilizado a más de treinta y cinco mil personas: 29 museos porteños, imitando lo que se hace una vez por año en la ciudad alemana de Berlín, estuvieron abiertos en horario nocturno, desde las 19 de ayer hasta las 2 de hoy. La ceremonia inaugural de La Noche de los Museos se hizo en la espléndida media luz de El Rosedal, bajo el arco de entrada al Museo Eduardo Sívori, con la inusual presencia de uno de los 18 osos que simbolizan a la ciudad de Berlín, realizados en fibra de vidrio, llegados desde Alemania para apadrinar la actividad organizada por la Secretaría de Cultura del gobierno porteño. Además de poder recorrer, en forma gratuita, los distintos museos, desde Palermo hasta Puerto Madero, pasando por San Telmo y Recoleta, el público pudo asistir a distintos espectáculos, desde un show de Daniel Melero hasta la interpretación bailada de un casamiento correntino, con Pericón Nacional y todo, hasta llegar al final con una fiesta de música electrónica.
Con la compañía del embajador de Alemania en Buenos Aires, Rolf Schumacher, y con palabras de agradecimiento para el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, luego de algunos inconvenientes con el audio, expresó su satisfacción por “la gran convocatoria” que tuvo la actividad. Resaltó que eso demuestra que “la gente responde muy bien cuando hay una buena oferta cultural”. Minutos después, luego de una corta recorrida por el Museo Sívori, donde se exponen dibujos de Aurelio Salas, pinturas de Gerardo Ramos Gucemas y una retrospectiva de litografías, xilografías y serigrafías de Inés Tapia Vera, todos los funcionarios presentes, incluyendo al embajador alemán y a su esposa, se subieron a un bondi, un típico colectivo argentino de la línea 130, con el que recorrieron cuatro museos del catálogo nocturno.
El secretario de Cultura, Gustavo López, también resaltó la buena respuesta del público, pero aclaró que “aunque haya venido una sola persona que nunca visita un museo, ya hubiera sido importante, porque es muy valioso conocer el patrimonio cultural”. López resaltó que “la cultura es para todos, no es necesario ser un conocedor para disfrutar de la visita a un museo y eso es lo que intentamos promover”. La directora general de Museos, Mónica Guariglio, sostuvo que la cultura de una ciudad se expresa “en elementos materiales como sus calles y edificios, sus museos y las colecciones que albergan”. Por eso destacó “la importancia de un evento cultural como el que hemos organizado y que se hará, de ahora en más, una vez al año, como ocurre en la ciudad de Berlín”.
En el Museo Nacional de Bellas Artes, además de una exposición de arte alemán, de Max Lieberman hasta Werner Heldt, se proyectó un video donde se apreciaban trabajos de artistas alemanes y argentinos. Todo se desarrolló con el fondo musical del Ensamble de los Nuevos Ayres, integrado por el tenor Carlos Ullan, con Cecilia Maragno en oboe e Irene Amerio en piano. Interpretaron obras de Bach, Strauss y Handel. En el Museo Metropolitano, que es privado, los visitantes podían apreciar una muestra de la más rancia aristocracia vacuna. La exposición Viviendo con los animales, en el buen sentido de la palabra, reúne pinturas y esculturas de Beraubeau de Secondigne, Adriana Zaefferer y Vivianne Lee Duchini. En todas, la musa inspiradora eran los caballos y las vaquitas que siguen siendo ajenas para las grandes mayorías nacionales.
Los paseos incluyeron la posibilidad de visitar las muestras permanentes que hay en los buques Fragata Sarmiento y Corbeta Uruguay, anclados en Puerto Madero, donde se realizó el show de cierre, cerca de las 2 de la madrugada, con la actuación de Leo García y la participación de Eupátridas, Fernando Kabusacki, Pornois, DJ Pareja y DJ Daniel Nijenson. La movida se repetirá el año próximo, según el compromiso asumido ayer por los funcionarios presentes.