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Por Martha Rosenberg *

En nuestro país, la falta de educación sexual, de servicios de salud reproductiva y la ilegalidad del aborto se pagan con los cuerpos y las vidas de las mujeres y los jóvenes. Este nuevo 28 de septiembre en que se celebra el Día de Lucha por la Legalización del Aborto en Latinoamérica y el Caribe nos encuentra peleando por una sociedad más justa y equitativa, que respete el derecho de las mujeres a la autodeterminación, a la vida y a la salud. El aborto seguro no debe ser un privilegio de las mujeres que tienen recursos para pagarlo. El aborto peligroso debe dejar de ser la primera causa de muerte por gestación para las mujeres pobres. La libre decisión sobre el propio cuerpo se enmarca en la Convención por los Derechos Humanos que los concibe universales, inseparables e interdependientes y se afirma en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), cuyo Protocolo Facultativo debe ser ratificado sin demoras por nuestro país.
La legalización del aborto es una cuestión de derechos humanos de las mujeres. Por eso, exigimos:
1. La reglamentación administrativa, a nivel nacional y/o local, de la atención de los casos de abortos no punibles y su prestación por los servicios sanitarios en condiciones de seguridad y gratuidad, tal como lo han recomendado los organismos internacionales de DD.HH. de la ONU.
2. Una correcta interpretación de las actuales excepciones a la punibilidad, para que en los casos de violación o abuso sexual de niñas/os o personas con o sin discapacidad mental se presuma necesariamente el peligro para la salud, conforme a la definición de la OMS, que incluye su vertiente psíquica. Esta actualización de la definición científica de salud hace aplicable la no punibilidad del aborto a todos los embarazos producidos por violación, entendiendo que la salud mental de la mujer es puesta en riesgo, tanto por el ataque a su integridad corporal, como por las consecuencias de una maternidad forzada, y que la única forma de evitar este riesgo para su salud es la interrupción del embarazo en los casos en que la mujer lo demande.
3. Saludamos el tratamiento de tres proyectos de despenalización del aborto en el Senado Nacional y propiciamos la formación de un bloque de legisladores por el derecho al aborto por parte de las y los legisladores que ya sostienen estos proyectos.
4. Expresamos nuestro apoyo a la implementación inmediata de la educación sexual en las escuelas, en cumplimiento de la ley 25.763 y como surge de la Convención sobre los Derechos del Niño incorporada a la Constitución nacional.
* Foro por los Derechos Reproductivos.