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Tras el cierre del relleno sanitario de Villa Dominico, a principios de este año, la Ceamse –el organismo que coordina la disposición final de residuos en el área metropolitana– resolvió salir a buscar otros municipios donde establecer nuevos depósitos de basura. Esta situación motivó a la diputada porteña Beatriz Baltroc (Autonomía Popular) a presentar el proyecto de ley denominado “Basura Cero”, que cuenta con el apoyo de legisladores de bloques de centroizquierda, de la organización ambientalista Greenpeace y de asociaciones de recuperadores urbanos. El objetivo de la iniciativa, que ya está siendo tratada en la Legislatura, es eliminar en forma progresiva los rellenos sanitarios, la incineración de basura y la adopción de medidas dirigidas a reducir la generación de residuos y a incrementar la recuperación y el reciclado.
“Cuando nos enteramos de que la ciudad iba a seguir con la política de los rellenos sanitarios creamos este proyecto y nos conectamos con organizaciones. Sabemos que es difícil pero por lo menos dimos el primer paso”, señaló Baltroc. “Nunca se había presentado un proyecto que plantee terminar con los rellenos sanitarios y me parece interesante que esto suceda. Aunque considero que hay muchos detalles de la iniciativa que se pueden mejorar”, destacó Juan Velasco (bloque Plural), presidente de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente de la Legislatura, donde se debate el proyecto.
El objetivo de la iniciativa es reducir, para el año 2010, en un 50 por ciento la cantidad de desechos que se depositan en los rellenos sanitarios, y llevar la reducción a un 75 por ciento en 2015 y al 100 por ciento en 2020.
El proyecto prevé la instalación de plantas de compostaje para procesar los residuos orgánicos y biodegradables, la vuelta al uso de botellas retornables y la puesta en marcha de un programa de reciclado y reutilización de materiales a escala urbana. El programa será diseñado y monitoreado por el Poder Ejecutivo, organizaciones académicas, sociales, barriales, recuperadores urbanos, comerciantes y empresarios.
La ciudad genera en el año cerca de 1,5 millón de toneladas de residuos, cuyo destino, en su mayoría, son los rellenos sanitarios del Gran Buenos Aires. Ese cúmulo de basura es en un 50,8 por ciento orgánica, 17,9 plástico, 13,6 papel, 5,6 inorgánica, 5 por ciento vidrio, 4,5 pañales, 1,8 metales y 0,8 residuos especiales.