SOCIEDAD › PRESENTAN UN NUEVO METODO PARA UNA DISFUNCION SEXUAL
Erección por terapia génica
Por P. L.
Un nuevo y discutido método contra la disfunción eréctil, mediante terapia génica, se presentó en el Congreso de Medicina Sexual que se desarrolla en Buenos Aires. La terapia, en sus primeras fases de investigación, requeriría una inyección (en el pene) cada seis meses, y sustituiría o complementaría al Viagra. También se anunció para el año próximo un medicamento contra la eyaculación precoz.
Arnold Melman –jefe del departamento de urología de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en Nueva York– observó que “los tratamientos actuales mediante fármacos como el sildenafil (Viagra) presentan efectos secundarios, además de que requieren prever de antemano cada relación sexual. Por eso es válido proponer un abordaje distinto”.
La propuesta del equipo dirigido por Melman es inyectar, en el pene, un fragmento de ADN que contiene un gen que, al liberar los canales que permiten el pasaje del potasio, propicia la relajación de los músculos involuntarios como los que están presentes en la base del pene; esto a su vez facilitaría la llegada de sangre y por lo tanto la erección.
Melman narró las especiales dificultades que esta investigación planteó: “La empresa farmacéutica que había empezado a financiarnos abandonó el proyecto a raíz del éxito del Viagra; obtuvimos financiación de los pacientes mismos”. No es el único sacrificio que deben afrontar estos pacientes: “Por exigencias de la FDA, que controla la investigación, cuando se les pone la inyección hay que aplicarles un torniquete en el pene, para garantizar que el gen que se introduce no vaya a otras partes del organismo; además, deben hacerse espermogramas periódicos para verificar que el gen no haya pasado al semen. Tienen que comprometerse además a aceptar ser estudiados durante 15 años y a que, en caso de que fallezcan durante ese lapso, se les efectuará autopsia”.
La terapia génica fue ensayada “en ratas diabéticas, donde el gen se expresó adecuadamente durante cuatro meses –anunció Melman–; en humanos, la correlación sería que la expresión durara seis meses”, tras los cuales haría falta una nueva inyección. Por ahora, el estudio, que se realiza con sólo tres pacientes, verificó “que no se producen efectos adversos”.
El argentino Edgardo Becher –presidente del Congreso Mundial– destacó también que “se presentaron experiencias promisorias, sobre decenas de pacientes, con un nuevo medicamento contra la eyaculación precoz: si los resultados continúan siendo satisfactorios, podría convertirse en el primer fármaco que solicita aprobación con esa indicación específica”.