SOCIEDAD
Condena a un motoquero porque su acompañante iba sin casco y murió
Un tribunal sentenció a dos años de prisión por homicidio culposo a un motociclista que llevaba a un amigo que terminó muerto al caer de la moto tras un accidente. Ninguno de los dos llevaba casco. Los jueces argumentaron que el conductor no iba “con cuidado y prevención”.
Un motociclista de 30 años fue condenado a dos años de prisión en suspenso por homicidio culposo, por la muerte de un amigo tras un accidente que sufrieron ambos cuando la moto que conducía embistió a un auto que estaba estacionado. La razón de la condena: ninguno de los dos usaba casco. Con esta sentencia inédita, la Justicia porteña se pronunció por el episodio ocurrido hace casi tres años en Barrio Norte. Ahora, la familia del condenado evalúa la posibilidad de presentar un recurso de casación para apelar la decisión de los magistrados.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 25 contra Rodrigo Pablo Condercuri, quien ese día, a las siete de la mañana, llevaba en su motocicleta a su amigo Franco Daniel Vargas, quien salió despedido de la moto al chocar contra un Peugeot 405 y murió poco después en el Hospital Ramos Mejía. El episodio se produjo el 11 de noviembre de 2001 a metros de la esquina de la avenida Córdoba y Larrea. El tribunal consideró que Condercuri no circuló “con cuidado y prevención” y lo condenó por “las importantes lesiones que le causaron la muerte” a su acompañante, que “se produjeron sin el casco que dispone la legislación”. El hombre también fue inhabilitado por cinco años para conducir cualquier vehículo.
Condercuri, que al momento del accidente se desempeñaba como cerrajero, manifestó en su declaración ante la Justicia que no recordaba los hechos, ni siquiera si él era el que manejaba. “Recién me desperté cuando permanecía en el hospital. Tampoco recuerdo lo que había hecho en los momentos previos” al episodio ocurrido, señaló. Sin embargo, el fiscal Arturo Peredo señaló que las pericias demostraron que Condercuri se desplazaba a gran velocidad y muy cerca del auto con el que chocó. Y según declaraciones que constan en el fallo de personas que se encontraban cerca del lugar donde se produjo el choque, la moto “venía en zigzag por la avenida”.
“El episodio fue muy lamentable, muy desgraciado. Y queremos que Rodrigo pueda superarlo, aunque no creo que pueda olvidarlo nunca”, indicó a este diario un familiar del joven condenado. Durante la defensa de Condercuri, el abogado Gerardo Garbagnoli discrepó con las conclusiones del fiscal al calificarlas de “aventuradas y alejadas de toda la realidad”. “El fiscal confunde el resultado típico de muerte con la culpa del conductor. No siempre el que maneja es culpable de la muerte; no existe ningún elemento con cierto grado de certeza de que ello ocurrió”, sostuvo el letrado.
Pero la sentencia de los jueces Oscar Garzón Funes, Alfredo Imbrogno y Rodolfo Bustos Lambert fue contundente: “Quien conduce una motocicleta en una amplia avenida, sin la provisión de casco propio, ni de su acompañante, provocando un accidente y el óbito de este último, comete el delito de homicidio culposo agravado por no circular con cuidado y prevención”, afirmaron los magistrados, quienes consideraron además que el hombre condenado actuó de manera “negligente” e “imprudente”.
“La sentencia es ejemplar porque carga la responsabilidad del conductor para que utilice el casco. Lo mismo debería suceder en cualquier móvil”, resaltó el presidente de la asociación Luchemos por la Vida, Alberto Silveira. Del total de los mil muertos por accidentes en motos que hubo en 2003, más de 500 se hubiesen salvado en caso de usar casco, de acuerdo con datos proporcionados por la entidad.