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El mítico cerro Uritorco, en la provincia de Córdoba, dejará de ser propiedad privada y pasará a gestión estatal gracias a la ordenanza aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante de Capilla del Monte, municipio al que pertenece la célebre elevación. De acuerdo con la medida, el intendente Gustavo De Figueredo está autorizado a expropiar ese centro turístico –que se hizo famoso por el poder energético que se atribuye a sus rocas y los supuestos avistajes de ovnis– que hoy pertenece a las hermanas Sonia y Mercedes Anchorena.
Las hermanas son propietarias de 900 hectáreas de tierras, de las cuales el cerro representa la tercera parte, unas 300 hectáreas. Esa superficie es la que comenzará a administrar el municipio, que encaró la medida luego de que, semanas atrás, uno de los guías turísticos que trabajan en el Uritorco asesinó a un turista.
Para el secretario de Gobierno de Capilla del Monte, Oscar Amante, ese hecho obligó a la intendencia a dar una respuesta a los pobladores, que consideran que el crimen desprestigia al lugar, visitado por miles de turistas. Hasta el momento, la explotación turística del lugar está en manos de un concesionario, Aldo Seibba, quien cobra cinco pesos de entrada a los turistas que pretenden escalar el cerro.
El cambio de firma puede llevar varios meses. Primero hay que tasar el terreno y realizar una oferta. Las hermanas Anchorena cotizan su propiedad en unos 300 mil pesos, suma que excede los recursos monetarios de este pueblo, habitado por 10 mil personas. Por lo pronto el Concejo se apresta a aprobar otra ordenanza en la que establece una suerte de “tutelaje” del municipio sobre las tierras hasta que se convierta en el dueño legítimo.
Según Amante, la medida busca proteger al cerro. “Algunos fines de semana recibe hasta setecientos visitantes, que al caminar deshacen las rocas, bastante terrosas. Después de un fin de semana largo, la montaña queda hecha un desastre”, explicó el funcionario.
En el municipio son partidarios de que se declare al Uritorco reserva natural, porque además de sus atractivos más populares posee uno de los bosques de quebracho colorado más importantes del país.