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Las playas de Miramar, a escasos 50 kilómetros al sur de Mar del Plata, son de las más tranquilas de la costa atlántica. Ayer la calma se quebró junto con el techo de granito del restaurante del balneario del Club Náutico de Miramar, sobre la ruta interbalnearia 11, que cayó sobre los comensales que estaban en la playa disfrutando de una jornada a pleno sol. Una turista procedente de La Plata murió bajo la mole de madera, hierro, cemento y vidrio que cubría el lugar y otras 25 personas sufrieron heridas de distinta consideración. El accidente ocurrió a las 14.30, cuando el lugar estaba a pleno, y hasta anoche se desconocían las causas del trágico derrumbe, según informaron a Página/12 fuentes de la Prefectura Naval y del Cuartel de Bomberos de General Alvarado. Unas 40 personas, entre ellas varios niños, quedaron atrapadas bajo el techo de losa que virtualmente “se partió en el medio y se cayó sin atenuantes”, informó a este diario uno de los bomberos que trabajaron en el lugar.
Una mujer, de apellido Papa, con residencia en la ciudad de La Plata, murió cuando era llevada de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata. Dos menores, cuyos nombres se mantuvieron en reserva, tuvieron que ser internados de urgencia en el Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil de la misma ciudad. “Uno de los chicos tiene una lesión bastante seria en la cabeza, con posible pérdida de masa encefálica, de acuerdo con lo que verificaron los médicos”, hizo saber a este diario Jorge Castello, de la Prefectura Naval. También está grave un hombre que fue derivado al Hospital Interzonal marplatense.
Según los bomberos, los testigos aseguran que el derrumbe se produjo “sin ningún temblor previo, ya que directamente se cayó todo encima de las personas que estaban comiendo. Fue un ruido terrible, ensordecedor, según relataron algunos de los heridos”. Una mujer en traje de baño, que se había acercado al lugar para tratar de ayudar a los heridos, recordó que había “muchos chicos que estaban bastante lastimados y que lloraban pidiendo por sus padres”. Una mujer que se identificó como Juana, relató a una emisora marplatense que se había salvado “de puro milagro”. Un hombre comentó que había salido del restaurante cinco minutos antes del accidente, pero tuvo que volver, desesperado, porque adentro estaban su mujer y sus hijos. “Por suerte no les pasó nada”, dijo todavía conmocionado por lo vivido por sus parientes.
“Tuvimos mucha suerte, porque hubo mucha gente que quedó atrapada debajo de los escombros, con heridas cortantes y golpes en todo el cuerpo. La caída del techo se produjo en segundos, no dio tiempo a reaccionar a nadie”, sostuvo Lucía, una mujer de unos 40 años que se salvó, según su propia apreciación, porque estaba “muy cerca de la puerta de salida”. La losa le cayó “a unos centímetros, a unos centímetros”, repetía sin poder creer lo que había sucedido. Todos los relatos coinciden en que “el techo se partió justo al medio y se vino abajo”.
El secretario de Salud de la Municipalidad de General Alvarado (Miramar), Mauricio Besteiro, dijo que 16 de los 25 heridos quedaron internados en el Hospital Municipal de esa localidad. “La mayoría tiene politraumatismos. Algunas personas sufrieron fracturas en las piernas, otras cinco tuvieron rotura de clavícula y tres de costilla.” El funcionario hizo saber que de los 25 heridos, cuatro son empleados del restaurante, seis son personas que residen en Miramar y el resto turistas de distintos lugares del país.
Besteiro hizo un dramático relato de la forma en que se produjo la muerte de la turista platense: “Una viga le atravesó el tórax y falleció casi de inmediato”. El sistema hospitalario de Miramar estuvo a punto de colapsar por la tragedia, pero pudo dar respuesta porque “muchos médicos y enfermeros que estaban de franco se hicieron presentes de inmediato”. Los casos más complejos fueron derivados a los hospitales marplatenses. Besteiro informó que el accidente se produjo “por un derrumbe espontáneo del techo, sin que mediara ninguna explosión”. El prefecto Castello estimó que se cayó “una cuarta parte del techo”. De todos modos, a simple vista,los daños parecen ser totales. Lo que se derrumbó, según las primeras estimaciones, fue la llamada “losa hueca”, construida con ladrillo.
El balneario está ubicado frente al Golf Miramar Links y a pocos metros del arco de ingreso a Miramar. Es una zona rodeada de escolleras de piedras y tiene una entrada para embarcaciones que permite que allí se puedan practicar deportes náuticos. El comisario Jorge Pereyra, de la comisaría de Miramar, estimó que por el momento “sin el resultado de las pericias, es difícil decir si hubo negligencia” de parte de los dueños del balneario. Se limitó a decir que el tema “se está investigando”.