SOCIEDAD › UN CHICO Y UN INFORME DEJAN MAL PARADO AL DETENIDO

Acusan a Doscaras Menocchio

Un menor declaró sobre una hidrolavadora que habrían usado para lavar la sangre. Creen que a Nozzi no lo mataron en Paraguay.

 Por Raúl Kollmann

La Prefectura Naval (PN) entregó ayer a la jueza Laura Varela un informe preliminar de las pericias realizadas en el caso del crimen de Claudio Nozzi y los primeros elementos indican que al productor cinematográfico no lo mataron en Paraguay como afirma el principal sospechoso, Luis Menocchio, sino en el mismo yate o en una islita en la que habían anclado. A esto se sumó ayer un testimonio clave, el de un joven que actuó como una especie de cadete de los que iban en el yate y que contó que, junto a Menocchio, fueron a comprar una hidrolavadora, que aparentemente se usó para borrar los rastros de sangre del asesinato. Esto pone toda la mira sobre Menocchio como autor del crimen, en el que tal vez participó también su custodio –que se hacía pasar por cocinero– Luis Alberto Ramírez. Ayer, también declaró el capitán del yate, Vicente Astorga, pero su testimonio no fue decisivo.
La secuencia de la investigación a la que apunta la jueza tiene una lógica de hierro:
u Primero, determinar dónde mataron a Nozzi. El detenido Menocchio afirma que el productor se fue a Encarnación, de allí traería diez millones de dólares, pero por alguna razón vinculada al lavado de dinero lo mataron y lo tiraron al río desde Paraguay. La magistrada quiere saber si las pericias le dan crédito a esa versión o la desmienten.
u Si el crimen no se cometió en Paraguay, sino en el yate o en la islita, la jueza quiere saber quiénes estuvieron allí y qué papel jugaron.
u Por último, la magistrada buscará elementos para determinar el móvil del asesinato, algo que no será nada fácil, aunque ronda la cuestión del lavado de dinero y la droga. Del anterior doble crimen de Menocchio en Paraguay, de su socio Eduardo Maciel y la novia de éste, Graciela Méndez, tampoco quedaron claros los motivos.
El informe preliminar de la PN sostiene que el crimen se cometió o en el yate o en la islita. Al cierre de esta edición, se estaban haciendo nuevas pruebas de Luminol –un reactivo que detecta rastros de sangre aunque hayan sido lavados– en los camarotes del yate “Trasulag II”. Sin embargo, hay dos elementos categóricos que demuestran que el crimen no fue cometido en Paraguay sino en las inmediaciones de la embarcación: la cadena con la que ataron a Nozzi fue comprada en San Isidro –no en Corrientes como se dijo– como provisión para el yate, y el tridente con el que trataron que el cuerpo no salga a flote también fue visto en el “Trasulag II”. Esos elementos no podrían ser parte de un crimen cometido en Paraguay.
A esto hay que sumar que está probado que Menocchio enterró en la islita las llaves del auto de Nozzi y una agenda con los números telefónicos. Respecto del paso de Nozzi a Paraguay, los investigadores tienen enormes dudas y creen que mas bien se trata de un ardid de Menocchio. De hecho, existen constancias de Migraciones que señalan que Nozzi no cruzó a tierras guaraníes, pero quienes trabajan en la causa creen que hubo un intento de hacer creer que sí estuvo en Encarnación. En el escritorio de la jueza hay un informe en el que se indica que no fue Nozzi quién pasó por el Novo Hotel de Encarnación.
Lo que terminó de poner a Menocchio contra las cuerdas es el testimonio del chico de 17 años que actuó como cadete. El joven contó que acompañó a una de las personas del barco, Menocchio o su guardaespaldas, hasta Posadas, donde compraron provisiones y una hidrolavadora, que supuestamente se usó para borrar los rastros de sangre. También el joven dijo que sintió un “fuerte olor a muerto” cuando un técnico reparó el aire acondicionado. El adolescente-cadete aportó otro dato: sostuvo que se sorprendió cuando el hombre al que acompañó en Posadas abrió un maletín y adentro había una importante cantidad de dólares.
Con todos estos elementos a la vista, la jueza indudablemente apunta a Menocchio como autor del crimen y analiza la vinculación entre la víctima y el fugitivo de la Justicia paraguaya por el doble asesinato de Asunción. Por de pronto, según datos testimoniales, Menocchio dormía en el camarote principal, en suite, del barco, y Nozzi tenía asignado uno secundario. Y lo mismo ocurrió días antes del crimen cuando estuvieron alojados en el Hotel de Turismo de la Ciudad de Corrientes. Ello indica que el supuesto secretario, Menocchio, mas bien era el hombre de poder y dinero en esa relación. El cocinero-guardaespaldas estaba vinculado a Menocchio y la mujer que está detenida, Silvia Heredia, también tenía relación con Menocchio aunque tiene antecedentes de haber trabajado en el mundo de la prostitución porteña.
El capitán del yate, Vicente Astorga, aportó poco. Dijo esencialmente que fue contratado para llevar el “Trasulag” desde San Isidro hasta Itatí, que allí Nozzi le dijo que se aloje en un hotel, el San Martín, de Corrientes, y que lo llamaría cuando necesitara que lleve el yate de regreso.

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El capitán Vicente Astorga declaró sin aportar demasiado.
 
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