SOCIEDAD › DOS AVENIDAS TENDRAN UN “CARRIL PREFERENCIAL” PARA LAS BICICLETAS
Para pedalear y no morir en el intento
Desde julio, y como plan piloto, en el carril izquierdo de las avenidas Belgrano e Independencia tendrán preferencia las bicicletas. La medida surge tras el aumento de ciclistas por la crisis.
La sola idea de avanzar por avenida Belgrano, o por Independencia, por un carril preferencial para ciclistas le mejora el humor a Marcelo Chávez. No es que él, músico, DJ y asistente de arte, sea un joven de mal carácter, un estresado crónico, un tanático sin remedio. Es que a bordo de una bicicleta desde hace tres años, por los imperativos del ajuste económico, Marcelo sabe que excepto en las pocas bicisendas que hay en la ciudad de Buenos Aires, el ciclista lleva las de perder. Entre el encierro mortal con el que amenazan taxis y colectivos, las típicas ofensas a flor de boca, las puertas abriéndose traicioneras, el bocinazo en la nuca y los caños de escape como inhaladores gigantes, los ciclistas porteños se las suelen ver negras. Por eso semejante alivio provoca en nuestro músico, empobrecido hijo de la clase media de Boedo, la noticia: desde julio, como plan piloto para avanzar sobre el resto de la ciudad bajo la tiranía del automóvil, las dos avenidas de mayor flujo ciclístico tendrán “carril preferencial”, con líneas punteadas dobles, carteles advirtiendo, y tal como van las cosas, un aumento sostenido de ciclistas, que el gobierno empieza a reconocer con esta novedad protectora en la cruel urbe.
Así es. Si bien los tres pilares del auge del ciclismo como alternativa de transporte urbano son, a saber de los especialistas, la salud, el medio ambiente y el estatus, el ahorro que implica la tracción a sangre vino a cambiar definitivamente la situación. A falta de estadísticas serias sobre las cifras del incremento, un funcionario local del Area de Transporte suele sentenciar: “finalmente el ministro de Economía se encargó de ordenar el tránsito de Buenos Aires”. En el medio pasaron varias otras cosas. Durante el menemismo junto al boom del crédito se dio el del automóvil y casi no hay un producto que compita con el estatus que implicó en los últimos años la posesión de un auto nuevo. La curva del consumo de autos creció y bajó la del uso de medios públicos. “A eso se le sumó el diseño de ciudades satélites como Pilar, con una planificación en el extremo opuesto de lo sustentable”, sostiene Martín Cáneva, titular de la Asociación Ciclistas Urbanos, ACU, una ONG dedicada a promover el uso de la bicicleta bajo la idea de “pacificar el tránsito”, convertido en un escenario bélico en el que sobrevive el más fuerte.
La ONG que preside Cánepa representa, de alguna manera, a ciclistas como Marcelo Chávez, y su novia bailarina de danza contemporánea y subocupada como él, Romina Tomillo, que también anda y desanda el camino entre los ensayos y la casa chorizo en Boedo en una bici con canasto. Tuvieron una bici de calidad hasta hace un mes y medio cuando fueron robadas con ganzúa en un coqueto rincón del Palermo Soho. Los dos trajinan la distancia entre su barrio, Belgrano, Flores y el Centro, todo en el mismo día, en dos usadas que consiguieron en patacones. A los dos les calza justo el primer gran paso en lo que sería un plan de cambios progresivos hacia una ciudad tolerante con los ciclistas: el sistema de carriles preferenciales. “Serán sobre el costado izquierdo de las avenidas Belgrano –desde Castro Barros hasta 9 de Julio– e Independencia en todo su recorrido, hasta avenida La Plata, y la continuación por Alberdi hasta Curapaligüe”, informa a Página/12 director general de Transporte y Tránsito, Osvaldo Storani. En ese carril la velocidad de circulación de los vehículos motorizados será de 40, y la prioridad de circulación para el ciclista. Desde principios de julio se verá allí un demarcación señalizada con pintura termoplástica blanca, una doble línea discontinua.
La movida biker, que abraza ahora el gobierno de la ciudad desde el área de transporte –a pesar de las presiones de los transportistas que proponen la eliminación de la bici que les resta pasajeros–, se completa no sólo con el flamante plan piloto. De los contactos entre ONG –también se cuenta a la Asociación Amigos del Pedal– y el ejecutivo surgió la conformación de una comisión asesora de “La bicicleta en el tránsito”. Laintegran la Subsecretaría de Tránsito y Transporte, la Policía Federal, la ACU, los del Pedal, la Fundación Leloir y la Dirección General de Obras
Públicas. La comisión se lanza con una jornada en el auditorio de la reserva ecológica, al que sólo se llega en bicicleta, el sábado 18 desde las 13.30. Para no despuntar el vicio activista, los ciclistas más comprometidos se convocan a la décima “Marcha de la bici”. Es el domingo 19 a las 11. Salen de Plaza de Mayo y van hasta el KDT “por ciclovías y carriles, estacionamiento para bicicletas, furgones y mejores condiciones en los trenes y una campaña de promoción del uso de la bici.
Marcelo con su música al hombro, la bella Romina, con su mochila de danzas, sienten, cuando están en la batalla desigual de la calle, que están solos y desprotegidos. “Es muy loco porque al ser biker te acostumbrás a que todo depende de vos –dice Marcelo–. No hay legislación que te proteja, estas en terreno ajeno, de los autos. Por ejemplo, se supone que tenés que ir por la derecha, pero de ese lado te abren la puerta de golpe porque en el ángulo del espejo no te alcanzan a ver. Y los taxis te encierran”. En eso, dice el músico de Simio, una banda electro pop de culto, el cambio que anuncia el gobierno “puede estar bueno, puede estar bien”. De hecho, según el funcionario Storani, “no debe haber otro país donde esto ocurra”. Parece que la crisis empieza a ponernos creativos.