SOCIEDAD
Una pasarela con mujeres normales
Bajó las escaleras con su blanquísimo traje de novia de larga cola. Se la notaba nerviosa, como si fuera la primera vez. Y lo era, porque nunca antes había desfilado como modelo. La ocasión era especial: una diseñadora presentaba su colección de otoño-invierno a beneficio del Foro de Mujeres contra la Corrupción. Las “modelos” no eran profesionales, sino mujeres que no responden a los patrones estéticos de las top que abundan en el mundo fashion. La iniciativa impulsaba también el proyecto de ley de Talles –que establece que en los negocios deben existir prendas para todas las edades y tamaños– que todavía espera la aprobación de la Legislatura porteña.
“Nuestra sociedad ha sido despótica con el cuerpo femenino porque en otros países una gordita siempre encuentra talle y acá a veces hay hasta el 44 y gracias”, dice Ema Cibotti, integrante del Foro de Mujeres contra la Corrupción. Mónica, una señora de 40 y tantos, que observa atenta cada una de las pasadas, coincide porque “cuando vas a comprar alguna prenda linda y moderna te miran de arriba a abajo como diciendo ‘vos ya pasaste de moda’ y eso es una forma de discriminación”.
El legislador de la Ciudad Roy Cortina es el autor del proyecto de Ley de Talles que todavía está en discusión. Cuenta con despacho favorable de las comisiones de Desarrollo Económico, de Defensa de Consumidores y de Mujer. Aún resta tratarse en la Comisión de Justicia. La propuesta pretende regular los talles de la indumentaria que se vende en la Ciudad y establece multas de entre 100 y 2500 pesos para aquellos que incumplan la norma. “Cuando entrás a los negocios y te ven así, las vendedoras ni se paran a atenderte ¿para qué se van a molestar?”, se queja Mercedes. Y Silvia, acomodada en la primera fila, concluye: “Realmente sería fantástico que saliera esta ley, porque a veces te hacen sentir un adefesio”.