SOCIEDAD › RECOLECCION ADICIONAL GESTIONADA POR LOS VECINOS

Una asamblea sin desperdicio

Desde hoy, un camión recogerá los residuos generados por un centenar de restaurantes de Palermo Viejo. Fue por una gestión de la asamblea vecinal, con el apoyo del Gobierno y la empresa.

Las bolsas de basura acumuladas en las esquinas, pasada la madrugada, son la contracara del circuito gastronómico fashion de Palermo Viejo. Casi un centenar de restaurantes generan residuos a contramano de los horarios habituales de recolección: algunos acumulan desperdicios en algún depósito, hasta la noche siguiente, pero otros los sacan de madrugada, al terminar su actividad. El problema fue tomado por la Asamblea de Vecinos de Palermo Viejo, que en menos de dos meses gestionó un sistema de recolección diferenciada para ese sector del barrio: a partir de hoy, un camión pasará a juntar las bolsas después del cierre de los boliches, para que el barrio amanezca limpio.
“Todo empezó por la queja de un vecino que vive al lado de un restaurante oriental y tenía todo el día las bolsas se residuos frente a su casa. Para colmo, con restos de comidas con mucho pescado”, relata Jorge, integrante de la Asamblea de Palermo Viejo. A partir de esa queja aparecieron otras, al punto que la asamblea decidió hacer algo con el tema. Al principio, la protesta era contra los bares y restaurantes. “Pero después los empezamos a considerar como vecinos, para buscar juntos una solución al problema”, agrega Cristina, otra integrante de la asamblea vecinal.
Como en todos los barrios, los camiones recolectores pasan por Palermo entre las 21 y las 24, de domingos a viernes. Como los restaurantes prolongan su actividad más allá de ese límite, algunos hasta las 2 de la madrugada, otros hasta las 5, los desperdicios producidos durante la noche debían quedar almacenados en un depósito del local. “Y el que no tenía lugar, saca las bolsas hasta la esquina, hasta la noche del día siguiente”, agrega Jorge.
Los vecinos supieron que la empresa AEBA, que hace la recolección en el barrio, tenía un servicio diferencial para la zona de restaurantes de Las Cañitas. Decidieron entonces llevar un petitorio con más de cien firmas. La empresa aceptó el reclamo de inmediato, pero exigió la aprobación de la Dirección de Higiene Urbana del Gobierno porteño, que controla la prestación del servicio. “Allí nos pidieron un censo de los restaurantes de la zona”, relatan los representantes de la asamblea. De inmediato salieron a rastrillar la zona y armaron una lista con un centenar de bares y restaurantes. Con ese requisito, obtuvieron la autorización oficial.
El servicio de recolección diferenciada comienza hoy y se cumplirá los siete días de la semana. Lo prestará un camión que pasará después de las 6.30 de la madrugada, en el área comprendida por las avenidas Juan B. Justo, Santa Fe y Dorrego y la calle Niceto Vega, zona que fue bautizada como Palermo Hollywood. El servicio adicional se agrega al habitual, y no les costará un peso a los vecinos ni a los comerciantes. Tampoco será un gasto para el Gobierno ni para la empresa, “porque se hará una redistribución logística de servicios que se prestan por la mañana, ya que no queremos generar gastos adicionales”, explicó a este diario Alejandro Otero, gerente de Operaciones de AEBA.
La movida no sólo benefició a los vecinos. También los dueños de los restaurantes (o “vecinos gastronómicos”, como los llaman los asambleístas) resolvieron un problema. Muchos de ellos, a partir de entonces, comenzaron a sumarse al movimiento de asambleas. Lo hicieron el día del apagón, organizado por la asamblea hace dos meses, al que se adhirieron organizando cenas a la luz de las velas. Y volverán a hacerlo el fin de semana del 25 de Mayo, prestando los locales para los eventos culturales sociales organizados por la Asamblea de Vecinos.
“Con hechos como éste se ve hacia dónde van las asambleas –resume Jorge–: se trata de recomponer la trama de las relaciones sociales, deteriorada por el miedo durante la dictadura y por el individualismo de la década menemista.”
La directora de Higiene Urbana, Gabriela Faustinelli, dijo a este diario que el sistema funcionará “siempre que los vecinos y comerciantes cumplancon los horarios: esto no habilita a que cualquier vecino saque su bolsa a la madrugada, porque el camión no va a poder cumplir con el recorrido”. Si la experiencia resulta exitosa, adelantó, se trasladará a los comercios gastronómicos de la vecina zona de Plaza Cortázar.
La funcionaria se sentó esta semana con los vecinos y representantes de la empresa para cerrar el acuerdo. No podía ser en otro lugar: un restaurante de la calle Honduras, en representación de la cuarta pata de este acuerdo, que comienza a implementarse hoy.

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Faustinelli, del Gobierno porteño; Otero, de AEBA, y un grupo de asambleístas de Palermo Viejo.
 
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