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Tres muertos y 85.000 evacuados –entre ellos 25.000 turistas, varios de los cuales son argentinos– dejó en la península de Yucatán el huracán Emily. Dos de los muertos viajaban en un helicóptero que cayó en el Caribe y otro murió electrocutado en su vivienda. Emily había castigado con vientos de hasta 280 kilómetros por hora los centros turísticos de Cancún y Tulum, en esa región mexicana. La alarma declarada el domingo fue suspendida ayer, y más de 85.000 personas alojadas en refugios y viviendas familiares, 25.000 de las cuales eran turistas, retornaban a sus casas u hoteles. Los aeropuertos de Cozumel y Cancún fueron reabiertos. Entre los turistas evacuados había varios argentinos: funcionarios consulares en México no precisaron su número, pero anunciaron que “están en buen estado de salud”. Ayer el huracán, tras dejar la península de Yucatán, se debilitó de la categoría IV a la II mientras se desplazaba hacia el golfo de México.